1. Tú y yo en un cuarto de hotel


    Fecha: 11/06/2018, Categorías: Microrelatos, Erotismo y Amor Autor: CarlotaKaiserin, Fuente: CuentoRelatos

    Uno de nuestros encuentros en un cuarto de hotel. Para leer con calma. Mi primer relato en esta página, por favor dime que te parece. ****************** Entramos juntos a la habitación, hablando como de costumbre. Después de una rápida ojeada dejamos las cosas en el tocador, nos quitamos las chamarras y comenzamos nuestro ritual; revisar que no haya alguien debajo de la cama, en el armario o en el baño. Cuando nos aseguramos de estar solos en el cuarto tú entras al baño y yo me siento en la cama, esperándote. Te escucho orinar y abrir uno de esos pequeños paquetes de jabón Rosa Venus y mi corazón late un poco más fuerte; sé que saldrás pronto. En efecto, se abre la puerta y sales con el semblante serio, te sientas en la cama, al lado mío y solo entonces me miras, yo no sé qué hacer, cómo empezar, los primeros besos son siempre los más complicados. Sin embargo, cuando me doy cuenta ya nos estamos besando, amo el sabor de tus labios, su forma y textura, su tamaño. Amo tu lengua paseándose sobre la mía, tus manos acariciando mi espalda, tu pecho que se aprieta contra el mío y el bulto en tu pantalón que poco a poco se abre espacio entre mis piernas. Empujas poco a poco ese bulto contra mi entrepierna, sabes que me encanta como se siente, lo frotas contra mí y yo suspiro, nuestra respiración se acelera y los besos son cada vez más rápidos y profundos, empiezan los jadeos, tus manos se cuelan debajo de mi sostén y acarician mis pechos, pellizcan suavemente mis pezones al tiempo ...
    ... que tu boca se apodera de mi cuello. El placer que siento aumenta cuando tus dedos recorren mi estómago y mi abdomen para terminar en mi vagina, están deliciosamente fríos cuando se hunden en mi humedad y comienzan a buscar el único órgano humano especialmente diseñado para el placer. Acaricias mi clítoris, mis labios, la entrada de mi vagina, yo me estoy volviendo loca y siento la imperiosa necesidad de sentirte dentro de mí, así que tomo el control de la situación. Te tumbo en la cama y me monto en ti, mirándote coquetamente mientras te quito los pantalones y la ropa interior. Tu pene aparece ante mi hinchado y delicioso, lo enfundo rápidamente en un condón y sin previo aviso lo inserto en mi vagina, sentirlo abrirse paso y acariciar mi interior es indescriptiblemente delicioso. Amo ver tu cara de sorpresa y placer mientras me muevo sobre ti, primero despacio y después aumentando la intensidad y rapidez. Se siente tan bien que comienzo a gemir, buscas con tu mano mi clítoris y lo masajeas al compás de mis movimientos, siento que me voy a orinar del placer. Me pides más; “más fuerte, más rápido” y yo pongo todas mis fuerzas en complacerte, quiero que te vengas, quiero sentir tu pene palpitante dentro de mí, también yo quiero más. Unos minutos después, el orgasmo llega, ruidoso como de costumbre, y me sigo moviendo hasta que tú te vienes; lo sé por tu cara y por los latidos de tu miembro en mi vagina. Me bajo y me tumbo al lado tuyo, respirando agitadamente, mirando al techo, ...
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