1. Dominada


    Fecha: 12/06/2018, Categorías: Jóvenes Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Me hice amiga de una chica muy hermosa llamada Katia, ella es de pelo castaño, ojos azules, rostro de angel, bello cuerpo, y un trasero perfecto. Yo soy Marian, rubia, ojos azules, y un lindo cuerpo también. Teníamos 15 años cuando Katia me sedujo mientras estudiábamos en su casa. Nunca había tenido un orgasmo y esa tarde quedé completamente agotada de ellos. Katia besaba delicioso, sus manos eran muy atrevidas y ricas, y su boca un portento. Pronto teníamos sexo todos los días y me enamoré perdidamente de ella. Una tarde Katy trajo un video de sexo interracial, donde hombres negros se montaban a hermosas mujeres rubias, ver eso me excitó y empecé a besarla, ella empezó a decirme cosas sucias y a pedirme que le hablara así mientras me masturbaba. Al acabar me puso sobre sus pienas y me dió fuertes nalgasdas. Aquello me dolió pero también me gustó. Katia empezó a ordenarme que no usara ropa interior, que vistiera minifaldas cuando salíamos y que abriera mis piernas en público. También empezó a besarme y a tocarme eroticamente en público. Al comienzo estaba muy cohibida, pero con la costumbre se empezó a hacer natural. El día de mi cumpleaños 16 me tapó los ojos y me desnudó completamente, y me dijo: Voy a darte un hermoso regalo, si ...
    ... te niegas no volveremos a vernos. Un hombre me abrazó por delante y empezó a besarme, eso me excitó, entonces otro se me pegó por detrás besando mi cuello. El día anterior Katia había dilatado mi ano con un dildo, y en ese instante comprendí el por qué. Nunca había besado a un hombre, era completamente virgen, pero el hombre que tenía detrás lubricó muy generosamente mi ano y colocó su pene allí hundiendolo sin misericordia. Grité de dolor, sentí que me rompía, y el me hizo acostar sobre el en la cama. El segundo hombre colocó su pene en mi vagina y aquel enorme sexo invadió mi cuerpo. Sentí un rasgido y un dolor agudo, y aquellos hombres empezaron a cogerme. Yo estaba completamente indefensa y entonces un tercer hombre colocó su sexo en mi boca, mientras Katia me decía: Goza Marian, son todo tuyos. No se cuantos hombres me cogieron, solo se que terminé dolorido por todos mis agujeros. Katia me mostró fotos con ellos, todos eran negros. Al día siguiente me dio una pildora y me dijo que era para no quedar embarazada. Katia empezó a prostituirme con chicos y chicas en la escuela, me convirtió en su jugueta por 2 años, hasta que se fue de la ciudad. Yo me fui a estudiar a otro estado porque muchos chicos y chicas me buscaban para sexo. 
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