1. Esa noche quedo en mi memoria.


    Fecha: 14/06/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Tengo veintiocho años de edad...igual a la edad de mi esposo. Renan, mi esposo tenia que salir a su pais por asuntos de familias. Yo no podia acompañarlo a él. Serian tres meses que mi esposo estaria ausente en mi casa. Renan me hacía falta como no tienen idea. Conocia de un lugar donde era restaurante y disco al mismo tiempo y para divagar las penas por la ausencia de mi marido decidi ir un rato a ese lugar. Me sentaba sola en la mesa y pedia algo de comer cuando el grupo musical de turno comenzo a tocar. Hum! me comence a sentir distraida cuando note que un hombre me miraba desde el bar y no respondi a su Mirada para evitar encuentros con nadie. La musica con la banda continuaba cuando el tipo que me habia estado mirando bailaba con una chica y note lo bueno que bailaba que por cierto a mi tambien me gusta bailar y mas cuando se trata de alguien que sabe bailar. Sin esperarlo el tipo se acerco a mi mesa para saludarme como todo un buen caballero y se miraba que vestia muy bien y con Buena locion. Me identifique con él al decirle que yo era una mujer casada por cualquier insinuacion por parte de él. El tipo se puso a reir y me decia que lo unico que queria de mi era bailar una pieza musical y eso era todo. Me caia bien el tipo por su respeto hacia mi y le decia que me dejara comer para despues bailar...el tipo se llama Raymundo. Se alejo para el bar y se ponia a platicar con el cantinero. Yo vestia unos pantalones tipo leopardo y muy pegados a mi cuerpo pequeño. Termine de ...
    ... comer y Raymundo llegaba para pregutarme si estaba lista para bailar con él. Lo analizaba para ver si yo estaria correcta en bailar con él cuando yo estaba casada con un hombre que habia ido a su pais por razones personales y me sentia como una traidora a espaldas de a quien amo mucho, pero decidi bailar solo una pieza musical con él para quitarmelo de encima y no quedar como una mujer engreida. Salimos a la pista y cuando senti su cuerpo pegado contra el mio senti otra cosa que valia nada todo lo que yo habia dicho para defender el honor de mi marido. Raymond tenia magia que me contagiaba todo y lo deje que se quedara en la mesa conmigo. Voliamos a bailar y en una de esas me decia en el oido que me queria coger aunque fuese una sola vez. No era exagerado para hablar y hablaba directo sin que nadie a nuestro alrededor se enterara... me prometia que mi esposo nunca se daria cuenta de lo que pudiera suceder esa noche. Eran las once de la noche y la seccion del restaurant habia cerrado y en la disco a luz oscura me besaba con ganas que me hacía saber que me la queria meter si yo me dejara. Me iba al baño a pensar de que un polvo o una cana al aire en esas cisrcunstancias seria imposible a que mi esposo se enterara y me tenia bien mojada la pupusa o chocha, panocha, bollo, chepa, chimba. Creo que estaba mas propensa a dar la nalgas esa noche y yo no lo queria admitir. Regrese a donde Raymond y una chica ya platicaba con él y me senti celosa que no lo entendia el por qué. La chica ...
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