1. Inicio de semana en su oficina


    Fecha: 15/06/2018, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Autor: carolina lopez, Fuente: CuentoRelatos

    Me desperté toda transpirada por el sueño húmedo que había tenido, me levante enseguida porque era tarde, hoy iba a ser mi día de colarme a su oficina y no podía detenerme para complacerme yo misma, me bañe bien y me puse la ropa más provocadora que tenía, unas bragas que son más un hilo que otra cosa y un corpiño de conjunto color rojo, agarre mi bolso, mi cuaderno y mi celular con audífonos y salí de mi casa sin anunciar nada a quienes aún estaban aquí. Camine hacia la universidad iba 1 hora antes de clase, pero tenía un plan en mente que no me dejaba ir tranquila. Al salir de clases mientras pensaba todo el plan sentía que cada vez estaba más caliente, tome un taxi y antes de pensar tanto pedí que me llevara a la oficina de mi suegro. “Llegamos” dijo el taxista, mis nervios aumentaron y comencé a caminar lo más rápido que pude hacia la oficina de mi suegro, por suerte no había nadie en el edificio más que él y un cliente que pronto se iría, mi suegro tiene 36 años, pero tiene un físico tremendo. Llegue a su oficina al ver salir al cliente y ahí estaba el, sentado en su escritorio acomodando varias hojas, camine hacia el bastante decidida, el me miro con la boca abierta al verme con un vestido ajustado a mi silueta y abierto desde la rodilla hasta la mitad de mi pierna. Carolina que sorpresa verle por aquí, fue su primera expresión mientras yo me sentaba en un costado de su escritorio abriendo un poco las piernas, me dedique solo a responder lo necesario haciendo puchero ...
    ... con los labios y masajeando mis piernas tratando de mostrar un poco mas de mi pierna. Sentía su respiración ya un poco agitada y cada vez me excitaba más, vi como despacio movió su silla un poco más adentro del escritorio mientras yo estaba haciendo esfuerzo por no lanzarme encima porque él tenía que excitarse más. Empecé a preguntar si sabía cómo podía realizar unas compras en línea, pero ya no podía hablar en medio de tanto incitarlo me dijo en un susurro “miré hacia abajo” y me encontré con un gran bulto bajo su pantalón y eso me motivo a seguir. Moví el hilo de mi tanga y me lo quede mirando, empecé a tocarme el clítoris despacio, sin sacarle la vista de encima y le dije “yo sola no siento nada, ayúdeme”, me levante un poco y tome su mano atrayéndolo hacia mí, el no dejaba de mirar mi coño, se mojó los labios y se acercó, saco mi mano y puso su pulgar en mi clítoris empezando a masajearlo. Tire mi cabeza hacia atrás disfrutando la sensación de su dedo masajeando mi clítoris, entreabrí un poco los ojos para poder verlo, él sonrió con malicia, con la mano que tenía libre se masajeo el bulto y cerro un poco los ojos. Se agacho y reemplazo su dedo por su lengua. Gemí lo más despacio que podía al sentir su cálida lengua pasándose por todo mi coño, con las manos saqué mis pechos por la remera de mi vestido y empecé a masajearlo, el levanto su vista sin dejar de pasar su lengua mirándome. Sentí como se desabrochaba el cinturón, se paró alejándose un poco de mí y saco si enorme ...
«12»