1. A la orilla de la carretera


    Fecha: 18/06/2018, Categorías: Primera Vez Tabú Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster

    Han pasado ya dos meses desde aquel incidente, y en mi interior hay una tormenta de sentimientos y pensamientos. Escribo esto, siguiendo las instrucciones de mi te****uta, como parte de un proceso que calme mi sentir, a la vez que trato de ordenar mis pensamientos que hasta ahora han sido una total borrasca desde lo sucedido.Pero bien, comenzaré desde el principio. Una vez que mi hija terminó los estudios de bachillerato, y como ya tenía mayoría de edad, decidió irse a vivir con su padre. Él y yo nos separamos desde hace cinco años. Ignacio, desde que nos divorciamos, vive con otra mujer en la capital del país, mientras que por mi parte yo vivo en la provincia únicamente con mi hija. No he vuelto a casarme.No entendía tal decisión, yo, por supuesto, no estaba de acuerdo queEva me abandonara, pero tras semanas de discusiones terminé por aceptar. Incluso le ofrecí llevarla yo misma con su padre. Ella estaba ilusionada de volver a estar junto a él, y estudiar su carrera universitaria en la gran ciudad, según eso me dijo.El trayecto era largo pero nos fuimos en auto ya que tenía esperanzas de convencerla durante el camino. Justo estaba tratando de hacer que cambiara su decisión cuando nos quedamos varadas a mitad de carretera.Yo, sin saber de mecánica, no pude hacer otra cosa cuando el auto comenzó a fallar que orillarme y esperar a que algún automovilista nos brindara su ayuda, pues ni señal de celular tenía en aquel solitario lugar.Tras varios minutos sin ver a nadie, traté de ...
    ... calmar a mi impaciente hija que, con sus reclamos (sobre que debimos haber viajado mejor en avión), me ponía aún más nerviosa. Abrí el cofre tratando de hallar el problema, aunque sin saber siquiera qué buscar.Estaba yo desesperada, cuando de pronto vi detenerse por fin una vieja camioneta. Del vehículo bajó un hombre de treinta y tantos años de aspecto rudo y sucio.Aquel tipo me preguntó si tenía un problema y le expliqué que el coche había comenzado a desacelerar y a sacar mucho humo negro antes de dejarnos ahí paradas. A decir verdad, recuerdo que en ese momento noté un particular brillo en sus ojos cuando se percató de mi joven hija, quien estaba en el interior del auto. No sé como dejé pasar eso. Aquello debió ponerme en alerta.Él se asomó al motor y con desplante condescendiente me dijo que lo podía arreglar pero que necesitaba de mi ayuda. Me pidió que lo acompañara a la parte trasera de su camioneta, la cual tenía adaptada una cabina tipo camper.Lo seguí, pues pensé que iría por herramientas para arreglar mi auto, pero tras abrir la puerta me empujó al interior y prácticamente me tiró en el suelo.El hombre me amenazó con hacerle algo a mi hija si yo no cooperaba y comenzó a estrujar mis pechos aún sobre la ropa. Después me subió la blusa y violentamente retiró mi sostén dejando que mis senos colgaran libremente.—Qué hermosos pezones tienes —dijo, a la vez que los pellizcaba con sus toscos dedos mientras que su mirada endemoniada recorría con ansiedad todo mi cuerpo.Yo ...
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