Las primeras aventuras de lizy - Relatos Eróticos

Las primeras aventuras de lizy

Recuerdo muy bien cuando a los 11 años cursaba el ultimo de primaria mi cuerpo ya había empezado a mostrar ciertos cambios que me inquietaban..... Recuerdo muy bien cuando a los 11 años cursaba el ultimo de primaria mi cuerpo ya había empezado a mostrar ciertos cambios que me inquietaban; en los últimos meses y sin percatarme de ello mis costumbres de juegos y con quien jugaba fueron cambiando no fue sino hasta que yuyu otra niña de mi edad me reclamo (fue entonces que me percate) porque ya casi no jugaba con ella y lo hacía mas con los chicos y si eran mayores mejor la muy picara me dijo que le gustaba ver como jugábamos pues en el revoloteo que hacíamos ellos trataban de meter mano a cualquier parte de mi cuerpo desde detrás de mi me agarraban de la cintura queriendo levantarme del suelo (claro atrayéndome hacia ellos) restregándome todo su paquete en medio de mi trasero que estaba engordando cada dia mas, todo estos nuevos juegos a mi me encantaban y siempre terminaba con un cosquilleo en todo el cuerpo y mi cosita toda mojadita. Como ella era mi mejor amiguita me hizo prometerle que la incluiría en mis juegos, ella abrió los ojos grandemente denotando una inmensa alegría ante mi promesa, -te juro lizy que no te vas a arrepentir- (también prometió) Era yuyu una chiquilla bonita de cara, con unos ojazos café claros cual dos gotas de miel sus senitos apenas tenían la intención de asomarse por encima de su anatomía (eran dos tenues protuberancias casi imperceptible ...

... coronaditas con una agraciada aureola marroncita desteñida) que las hacían verse deseables, los míos estaban mas grandes y definidos aunque no totalmente desarrollados pues apenas parecían dos limoncitos con mis pezones apuntando desafiantes al frente mis caderas se estaban ensanchando dando la impresión que mi cintura se estrechaba, yuyu siendo varios meses menor que yo todavía no había experimentado aun este cambio, aunque siempre fue dueña de dos poderosas piernas alargadas y bien torneadas de piel muy lisa eran como las mías y su colita era una divinidad bien redonditas y se notaba desde ya que iban a ser muy voluminosas, en esa parte estábamos igual por lo que me imaginaba que pronto tendría mas trasero que yo. Ella y yo vivíamos en el mismo vecindario por lo que siempre coincidíamos en el bus para ir y regresar de clases, ese día, no fue sino hasta estar dentro de la unidad de transporte que note algo no sé cómo decirles fue algo en lo que no había puesto atención y creo que esta vez puse atención por la petición que me había hecho de jugar conmigo y los chicos, bueno el asunto es que como otras veces ella se colocó frente a mi apoyándose con sus manos en mi cuerpo yo estaba de espaldas pegada a las ventanas con los movimientos del bus ella se movía aunque exagerando un poco al ver esto su petición me resonaba en el cerebro y profundice mi observación sin dejarme delatar, un señor como de unos 30 años estaba detrás de ella como mirando para cualquier parte ella levantaba la ...