1. Hice de mi esposa una puta


    Fecha: 19/06/2018, Categorías: Voyerismo Autor: Fantaceoso, Fuente: CuentoRelatos

    Hola, este es mi primer relato, soy un hombre de casi 50 años de edad divorciado!!! Si, por realizar algunas fantasías con mi esposa, todo se fue terminando hasta terminar con mi matrimonio de 25 años, lo que voy a relatar les hoy, fueron los últimos 5 o 6 años de mi matrimonio con "Lucia" mi esposa. Después de los 20 años de casado, mi forma de pensar en mi matrimonio toma otro rumbo, creo que voyerismo, primero cuando salía con mi esposa, todo era normal, después la hacía vestir más sexy, con vestidos o faldas más razonas, mi esposa andaba sobre los 30 años, no voy a decirles que era un monumento de mujer, pero si era bonita y de muy buen cuerpo, no era alta no era baja, su piel blanca y sus ojos verdes, en fin, de principio ella se resistía un poco a llevar esas ropas, pero yo le insistía, empecé a comprarle ropa cara de marca, y eso le gusto a ella, que de por sí, ya era algo orgullosa, su ropa interior se la compraba en Victoria Secret, en fin, la fui transformando, a ella le empezó a gustar todo eso, pues ya después, ella me chantajea a mí, me decía vi un vestido que me gusto y esta cortijo como te gusta, ok. Todo lo que me pedía le compraba, pero si me satisfacía mis fantasías cuando salíamos, yo siempre he tenido el delirio de verle los calzones a las mujeres, aclaró, no soy un enfermo ni ando buscando ni espiando mujeres para vérselas, pues bien, aquí en pieza mi relato. Empezamos a salir, mi esposa ya sabiendo que me iba a dar mis buenos taquitos de hoja, así que ...
    ... donde había oportunidad, me enseñaba el calzón, ella no se rasurada la panocha, a mí no me gustaba, así que en ocasiones hasta los pelitos me enseñaba, todo iba bien, pero la morbosidad fue creciendo, después ya no era que solo yo se los viera, si no también que otros hombres se los vieran, no sé qué me estaba pasando, pero eso me excita demasiado, al principio mi esposa se negaba, pero después tampoco a ella le importaba quien se los viera, y como gozaba yo cuando alguien más le miraba su pano chita, a donde quiera que fuéramos muchos, muchos fueron afortunados de ver tan rico espectáculo, pues bien mi esposa en peso a trabajar pues ya se había acostumbrado a estrenar a cada rato, ropa, zapatos, joyas de todo, así que empezó a trabajar, no paso mucho tiempo cuando me di cuenta que ya gastaba demasiado dinero, si, tal vez mi esposa ya me estaba engañando con otro hombre, pensaba yo, y eso me molestaba y mucho, pero al mismo tiempo me excita pensar que otro se estaba comiendo mi panochita, así que todas las noches mientras me la estaba cogiendo le preguntaba si ya había probado otra verga pero me decía que no, pero mis sospechas eran cada vez más fuertes. APARECE DON ANDRÉS: Un día sucede que nos visita un antiguo vecino, don Andrés, un señor de algunos 55 años divorciado, fue a la casa platicamos un buen rato y se fue, una morbosa idea nació en mí, esa noche le propuse a mi esposa algo descabellado, le dije: oye, viste como te miraba don Andrés, estás loco dijo ella. Pasaron ...
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