1. Morbo con mi padre


    Fecha: 21/06/2018, Categorías: Incesto Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues

    Hoy les contare de la vez que me gano el morbo y termine excitado con el solo contacto al cuerpo de mi padre. Como siempre, mi hermanita pago los platos rotos, aunque a decir verdad también ella se emociono... he aquí mi relato Tendría en ese entonces 13 y mis hormonas mantenían mi cuerpo siempre listo al sexo. Serían las cinco de la mañana cuando mi padre llegó a la casa, iba bastante borracho. Como usualmente hacia se acostó junto a mí en la vieja cama donde yo dormía. Pude sentir el calor de su cuerpo pegado al mío, casi inmediatamente se quedó dormido. Afuera mi madre preparaba el desayuno para dejarlo listo, tenía que irse a trabajar como lo hacía cada día. Mis hermanos menores aún dormían. Los ronquidos de papá inundaron por completo el cuarto que nos servía de dormitorio. Era evidente que estaba para despertarse hasta bien entrado el día. La figura de mamá en la puerta para indicarme que quedaba todo preparado y que ya se iba era la señal que podía dormir un par de horas más. Instintivamente me acerqué a mi padre en busca de calor, pues aunque estaba bajo cobijas hacia algo de frío. Pude sentir que estaba sólo en calzoncillos y un no sé qué hizo que mi pito se parara como resorte, una idea morbosa se apoderó de mi yo interior que me hacía sentir extraño el estar pegado a la espalda de mi padre. Como una especie de escape salí para ir al baño a orinar, cuando termine pude ver que mis 15 cm de verga seguían igual de parados y la idea de mi papá dormido en calzones ...
    ... continuaba en mi mente. Instintivamente me la empecé a jalar, pero quise borrar la idea saliendo al patio. Una brisa de aire mañanero disipo algo mi mente y otra vez me dirigí a mi cama para de nuevo acostarme y dormir siquiera hasta las siete y despertar a mis dos hermanos menores (Beatriz y Eduardo) para que se fueran a la escuela ya que ellos estudiaban en el turno de la mañana. Como si quisiera saber si de verdad papá está dormido le hable al oído. -Papá, papá - repetí - nada. Realmente estaba en los brazos de Morfeo. Instintivamente me pegué más a su espalda para sentir su calor, mi pene quedó a la altura de sus nalgas. Lo abracé rosándole descaradamente mi paquete, que de nuevo estaba como carpa de circo. El morbo y la idea de que podía verme descubierto hacía que mi corazón latiera más fuerte, mi respiración se había acelerado. Seguía restregándole mi pito y como no daba señales de vida me anime a meter mi mano en el elástico de sus calzoncillos y poco a poco se los fui bajando hasta poder ver la raja de su culo, con la otra mano le coloqué mi verga en medio de sus cachetes para deslizársela. Prácticamente lo culeaba aunque sin llegar a penetrarlo, el calor de su zanja era algo increíble. Un movimiento inesperado de mi padre casi me provocó un infarto, dejo de roncar, y como si quisiera colocarse de mejor manera se giró boca abajo dejando ligeramente levantadas las caderas. Yo me había quedado completamente quiero aunque seguía muy cerca de su espalda. Otra vez le hable al ...
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