Visitando a mi abuela en el pueblo. - Relatos Eróticos

Visitando a mi abuela en el pueblo.

... hermoso. Tenia una altura normal, 1.75m su cabello era castaño claro de cabellos muy finos y corto. Usaba una barba cortita sobre todo su rostro. Tenia una nariz recta muy masculina y unos ojos verdes que resaltaban aun mas con el color de piel bronceado por el sol que llevaba. Su cuerpo era atletico, sin ser musculoso se notaba todos sus musculos marcados por encima de la ropa. Yo en esa epoca estaba empezando a notar mi sexualidad. Me llamaban la atencion los hombres. Observaba diferente a mis hermanos y a mi padre y soñaba con poder verlos desnudos y como se verian sus vergas erectas. Lo mismo me sucedia con mis compañeros de colegio, pero yo atribuia esto a una simple curiosidad que imaginaba les sucedia a todos. Se acerco y nos saludo muy amablemente, con un beso en la mejilla como si fuera un familiar. Cuando rozo con su barba mi cara me dieron escalofrios por todo el cuerpo, concentrandose preferentemente en mis genitales. Una ereccion se hacia presente en mis aniñados slips. Luego, dirigiendose a mi y mis hermanos, nos informo que ya vendrian sus hijos que terminaban de bañarse. Nos sentamos a la mesa y luego llegaron ellos. Eran un espectaculo para la vista. Ambos delgados y altos, mas altos que su padre. Domingo, el mayor, tenia 19 años, usaba su cabellera rubia oscura larga, con raya al medio. Sus rasgos faciales eran muy parecidos a su padre, pero con los ojos de su madre. Benjamin, de 17 años tenia el pelo un poco mas oscuro pero tambien usaba raya al medio ...

... aunque con el pelo corto. Era mucho mas parecido a su padre y llevaba los mismos ojos. Ambos eran altos, delgados pero de musculos marcados. Tenian su piel quemada por el sol puesto que pasaban tiempo en el campo de su padre ayudando. Ambos eran hermosos. Ambos se acercaron muy simpaticos y nos saludaron con un beso, saludo que no esperabamos pero que me encanto. Sus mejillas recien afeitadas eran suaves y despedian perfume de hombre, el mismo que tenia su padre. Durante la cena ellos hablaban y rapidamente hicieron buenas migas con mis hermanos, yo desde lo bajo los escuchaba y reia como tonto, como esos jovenes enamorados que se rien de todo lo que dice el que les gusta. Terminamos de comer y nos invitaron a la pileta. Nosotros no teniamos ropa pero rapidamente se ofrecieron a prestarnos algo. Fuimos por dentro de la casa y nos llevaron al piso de arriba donde estaba su habitacion, un baño privado y una pequeña "sala de juegos" donde tenian unos sillones y una consola de juegos Nintendo si no me equivoco y una videocasetera conectado a un tele de 29'' que me parecia gigante. En la habitacion rapidamente encontraron shorts para mis hermanos que era de similar contextura. Benjamin, el menor, se puso a buscar entre sus cosas alguno mas chico para prestarme a mi. Mientras el revolvia su ropero sacando cantidades impresionantes de ropa, el mayor ya habia comenzado a quitarse la ropa invitando a mis hermanos a acompañarlo. Mingo, como le decian, se desnudo por completo y yo intentaba ...