1. Mi noche con aquel policía!...


    Fecha: 23/06/2018, Categorías: Anal Transexuales Autor: Zweetheels, Fuente: xHamster

    Ese viernes por la tarde al salir de mi trabajo en la Universidad, pasé al centro comercial para surtir varias cosas de mi despensa, legumbres, aceite, leche y vino entre otras cosas; al dirigirme a mi auto, no pude evitar admirar en el aparador de una zapatería, unas hermosas zapatillas negras de tacón alto, de no menos de 10 centímetros, la punta era cerrada y el talón descubierto, justo como me gustaban, estaban adornadas con sutiles correas para sujetarlas al talón. A pesar de que mi presupuesto era muy restringido, decidí comprarlas, así que fui a mi coche a dejar mis compres y regresé a aquel local; un poco apenada le pregunté a la intendente que sí las tenía en talla 7 aclarándole que las quería para un regalo, ustedes saben de esas sensaciones que tanto nos aquejan; a los pocos minutos, la señorita regresó con una caja, de la cual, sacó aquellas bellas zapatillas para mostrármelas, - En caso de que no le quedaran, ¿Podría cambiarlas?- , le pregunté, tratando de disimular mis verdaderas intenciones; - ¡Claro, solo guarde la nota de compra!-, me dijo ella; sin más le dije que las llevaría; de manera muy amable, ella las envolvió y hasta decoró la caja con un coqueto moñito rosa.Al llegar a casa, no perdí el tiempo, me senté en el sofá de la sala, desnudé mi pie y enseguida me calcé una de ellas, al vérmela puesta, sentí como cada centímetro de mi cuerpo se estremecía, sin dudarlo me levanté, me dirigí a mi habitación para así empezar a tomar una ducha y quitarme de ...
    ... encima aquella ardua semana de trabajo.En mi armario, tengo un área exclusiva en donde doy acomodo a toda mi ropa femenina, esa ocasión, opté por vestir completamente de negro y combinar con mis nuevas zapatillas; saqué unas braguitas negras con refinado encaje y un discreto sostén con el que coordinaba perfectamente; de otro cajón saqué un par de medias negras muy transparente y con ajuste elástico para los muslos; finalmente, elegí un vestidito negro el cual, me encantaba, pues se me ceñía sensualmente a mi cuerpo adornando mi espalda con uno finos tirantes en los hombros y cuya sutil caída, permitía presumir mis piernas desde la mitad de mis muslos.Ya estando toda aquella ropita sobre mi cama, el rictus daba inicio, desde el mismo momento de tomar las pantaletas, una deliciosa prenda, sedosa, suave y elegante, que al tocarla, siempre me hace temblar, pero más aún cuando la recorro por entre mis piernas y que al llegar a su destino, basta con ocultar en mi entrepierna la evidencia natural de mi género, presionándolo amablemente hasta que aquellas bragas se encarguen de mantenerlo fuera de la vista, dejando a la vista, la apariencia de un bajo vientre liso y terso.Mi exacerbada excitación hace que tome aquel satinado sostén, lo deslizo suavemente por mi mejilla para sentir su delicada textura, con algo de impaciencia, lo vuelvo a colocar sobre la cama, de un cajón saco un rollito de tela adhesiva blanca, con cierta destreza, recojo mis pechos y los ajusto con la cinta para ...
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