1. La mejor proposición de mi marido


    Fecha: 29/06/2018, Categorías: Intercambios Confesiones Autor: mariabv, Fuente: CuentoRelatos

    ... marido”. Yo estaba sentada junto a mi marido en el sofá mientras Alberto comenzó a quitarse los pantalones diciéndome que yo hiciese lo mismo, que me quitase la ropa, no me atrevía a dirigir la mirada a Juan, estaba muerta de vergüenza por lo que iba a hacer. Alberto ya se había desnudado completamente, su polla aunque no estaba erecta totalmente se veía imponente, era muchísimo más grande que la de Juan y tenía hecha la circuncisión, por lo que el glande lo llevaba totalmente al descubierto, la acercó a mi cara y me dijo “anda, ve mamándomela un poco para que se me ponga bien dura”, antes de meterme aquella hermosa polla en mi boca miré un momento a mi marido que tenía los ojos completamente iluminados de nuevo, pensé que, al fin y al cabo yo no tenía que pasarlo mal avergonzándome tanto ya que parecía que a mi marido le estaba gustando esa situación, ¿y porque no cambiar de actitud y disfrutar plenamente?, al fin y al cabo él había sido quien me propuso hacer cumplir una fantasía sin que yo se lo hubiese pedido. Me fui quitando toda la ropa a trompicones mientras que seguía metiéndome por la boca aquel monumental falo, de vez en cuando Alberto me agarraba por la nuca presionando para que su miembro me llegase bien profundo hasta la garganta, la saliva me salía por las comisuras de los labios a borbotones. Una vez me quité toda la ropa Alberto comenzó a toquetearme las tetas y a decir que era cierto lo que había dicho de ellas mi marido, yo comencé a mirar a los ojos a Juan ...
    ... mientras situaba entre mis tetas la polla de Alberto, tras quitármela de entre los pechos comencé a lamerle la punta sin apartar los ojos de mi marido. Alberto me pidió que me colocara encima del sofá a cuatro patas mirando a mi esposo y tras ponerme en esa postura me abrió las nalgas y comenzó a lamerme la entrepierna entera, desde el coño hasta el culo, una de las veces que separó su cara dijo “uhm, que coñito más delicioso tiene tu mujercita, ahora vas a ver como la voy a hacer gritar de gusto”, la verdad es que era muy bueno con la lengua pero yo estaba ansiosa porque me hincase esa tremenda polla de una vez en mi chochito. No me hizo esperar demasiado, sacó la cara de mi entrepierna y tras acercar la punta de su tranca a la entrada de mí coñito lo penetró de un golpe haciéndome gritar mientras miraba a la cara de mi marido. Alberto era un animal salvaje follándome, la vergüenza se me había quitado por completo, comencé a jadear, gemir y gritar como loca delante de la cara de mi esposo mientras aquel tipo me hacía morir de placer. A los cinco minutos de que me estuviese follando de esa manera ya había tenido dos orgasmos y hacía años que no me pasaba eso de tener más de un orgasmo seguido, este hombre era fabuloso usando su magnífica herramienta. Alberto cambió el ritmo de la follada, empezó a ir más lento; le preguntó a mi marido si quería participar y como asintió le dijo que se sacase la polla para que yo se la fuese mamando mientras él seguía follándome, mientras que ...