1. Cuando estás triste


    Fecha: 30/06/2018, Categorías: Hetero Erotismo y Amor Autor: xavimysk, Fuente: CuentoRelatos

    Hoy estás triste, lo noto en tu mirada, en cada uno de tus gestos. Solo cuando estás tristes te quedas de pie tanto tiempo junto a la ventana, tu rostro se apoya en el cristal y tus ojos se pierden en la lejanía buscando un objetivo cualquiera en el que fijarse. Ya sabes lo que me pasa cuando estás triste. Esos ojos negros me llaman a perderme en la profundidad de tu mirada, hechizándome de tal manera que no me importaría ahogarme en su laguna y hundirme en tu abismo para yacer allí eternamente. Déjame acercarme a ti, déjame abrazarte desde atrás y apartar tu cabello para poder besar el delicado cuello que esconde. Déjame acariciar la suavidad de tu piel con las yemas de mis dedos y sentir como esta se eriza al recibir mis caricias, déjame seguir haciéndolo hasta conseguir que tu rostro se separe del frio vidrio para girarse hacia atrás y que puedas sentir la calidez de mi boca sobre tus labios. Ven, gírate y mírame con esa carita triste. ¿No quieres? Déjame sujetar tu barbilla entre mis dedos pulgar e índice para levantar tu rostro. ¿Lo ves? Así está mucho mejor. Beso tus labios suavemente y tus ojos se cierran. Nuestras bocas se separan a cámara lenta y abrazándome apoyas tu cabeza sobre mi pecho. -Llévame a la cama por favor- Me dices mientras beso tu pelo. Te tomo en brazos y cumplo tu orden de inmediato. Quizás no esté tan fuerte como antes, pero tú en cambio sigues resultando igual de liviana. Tan delicadamente como me es posible te dejo junto a los pies de la cama ...
    ... y tú sentándote en su filo te quitas la camiseta liberando tus bonitos pechos. -Hazme olvidar por favor- Me dices mientras te echas hacia atrás a la vez extiendes tus manos invitándome a ir contigo. Te sigo gustoso y vuelvo a besarte, muerdo tu labio inferior suavemente y pronto tu boca se abre para fundirnos en un apasionado beso en el que nuestras lenguas se saborean mutuamente. Abandono tu boca y recorro tu cuello provocando que tu piel se erice mientras cierras los ojos concentrándote en mis caricias. Pronto llego hasta tus pechos y mientras los acaricio con las manos mi boca se abre para lamer primero tus pezones y luego rodearlos con mis labios, chupándolos y estirándolos suavemente para sentir como crecen y se endurecen con mi lengua. Sigo mi camino de besos por tu abdomen y recorro tu vientre, que sube y baja con tu respiración, hasta que al llegar a tu cintura mis manos agarran el pantaloncito de tu pijama y estirando de él consigo dejarte completamente desnuda. Me miras con ojos suplicantes y yo a ti con deseo. Me arrodillo a los pies de la cama y separando tus muslos contemplo tu sexo desnudo adornado únicamente por un minúsculo triangulo de vello púbico. Beso el interior de tus muslos y los recorro camino de tus ingles que acaricio de forma cosquillosa. El aroma de tu sexo despierta mi apetito y mi boca se posa sobre tus labios mayores propinándoles un sonoro beso. Al sentir el contacto de mi boca intentas cerrar tus muslos en un acto reflejo, pero te lo impido ...
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