1. Chantaje o placer II


    Fecha: 02/07/2018, Categorías: Dominación Autor: sireleo, Fuente: CuentoRelatos

    ... que le he tirado a la puta de tu amiga Ana Ella se puso de todos los colores, pues es muy blanca, y se calló además de mantener la cabeza baja, así que se lo volví a preguntar te he dicho que si te ha gustado lo que has visto perra, y no me gusta el silencio por respuesta. Levanto la mirada y dijo No, no me ha gustado pero no te preocupes que no se lo diré a nadie confía en mi. Eso ya no me preocupa pues acabo de descubrir que eres una puta zorra que necesita quien le enseñe. Ella me miro y me dijo que no sabía a lo que me refería, a lo que yo le conteste que hacía tiempo que yo sospechaba que era una sumisa, pero que no sabía si ella ya había explorado algo. Le dije para tranquilizarla pues se había puesto muy nerviosa y temblaba entera que no se tenía que preocupar, que para mi era un estilo de vida y que era con el que disfrutaba, y que nadie se iba a enterar de nada, cosa que le tranquilizo y me dijo que sentía la necesidad de que le dijesen que hacer y que la sometieran, pero que no había encontrado quien, porque a la hora de la verdad se echaba para atrás y no se atrevía a explotar su condición. - Pues a partir de ahora serás mía, se tu secreto así que no te dejare echarte para atrás en ningún momento, serás sometida, usada, castigada y cuidada por mi, a partir de ahora mis deseos serán ordenes, y cuando estemos solos seré tu Amo, y me hablaras como tal. - Si Amo así lo haré. - Lo primero que harás será acompañar a Ana cuando diga de irse zorra - Así lo haré Amo. La ...
    ... noche no se me podía presentar mejor, en ningún momento había pensado tener un martes santo tan excitante. Lorena tampoco era mi tipo en su forma de vestir, pues era de tipo casual, ni pija ni elegante, muy rara vez iba bien vestida para mi gusto, ese día iba en vaqueros, camiseta y zapatillas. A la hora Ana dijo de irse, y Lorena dijo que ella también se iba que se encontraba cansada, Ana que no sabía nada se quedó parada y no sabía que decir, pero tampoco podía decir nada pues no quería levantar sospechas. Como predijimos el cornudo dijo que el se quedaba que se llevara el coche y que el cogería un taxi, pero que llegaría tarde pues iban a quedarse a ver encerrar las que les diese tiempo. Yo como era mi costumbre no dije ni adiós y me despiste, cosa que no extrañaría a nadie porque era algo que hacía muy a menudo. Así que me fui y las seguí un rato, hasta que considere que estábamos lo suficientemente retirados para que no nos vieran juntos, y me acerque a ellas, aunque para asustar aun un poco más a Ana, no dije nada, me divertía ver la cara de incomodidad que tenía Ana estando Lorena y yo a su lado. Como ambas me seguían a mí, ninguna dijo nada cuando me metí por los callejones oscuros, aunque la cara de Ana era un poema. Al llegar a mitad de uno de los callejones me pare y les dije esperar un momento zorras Ana se quedó pálida pero Lorena demostró que era y es una sumisa, se paro y solo dijo como Ud., desee Amo. Me acerque a ambas y me puse a orinar, cuando acabe les dije ...
«1234...»