1. La incertidumbre del bullicio


    Fecha: 30/09/2017, Categorías: Incesto Autor: shizu, Fuente: SexoSinTabues

    ... cae en mi cama mientras gesticula un conjunto de palabras que parecen balbuceos claros del alcohol -No…osssea…no hueón, si estoy…. no hueón si estoy bien oh – no sabía quién era ¿se habrán equivocado de habitación?¿por qué la mía? ¡Estaba disfrutando mi cigarro! – Ya ya…shhh ya shhh si te quiero , pero …shh. – su nivel iba disminuyendo hasta que el silencio dominó el momento. Sin mirar atrás sentí al otro ser dar un par de pasos y apoyarse en la pared. El cigarro se consumía. Pasos alocados, la mano era la guía por mi pared. Pasos, pasos… sentí su presencia atrás de mi, como mi sombra. Cuando, sin esperar, sentí que dos manos se posaban en mis caderas de forma bruta y sin sentido, para luego, sentir un cuerpo posarse sobre sobre mi espalda, ¡¿qué sucede?! Sus manos empezaron a recorrer mi abdomen por sobre mi polera, su boca lamía mi cuello mientras su mentón se enredaba en mi pelo y el aliento profanaba mi ser. Intenté mirar para atrás, pero la oscuridad y una mano que cogió mi pelo me imposibilitó saber quién era el, para cuando giré un poco el cuello, su diestra se posó sobre el elástico de mis calzas y con brutalidad me bajó hasta la rodilla mis ropas, dejándome semi desnuda. Era fuerte, era presa de él, estaba allí a su merced…estaba, no…su mano cálida y con estúpidos movimientos por causa del alcohol cogían mi trasero mientras sus dedos buscaban mi vagina, que, sin saberlo, se humedeció. Sus dedos entraron en mí. Sutiles gemidos, ojos semi llorosos, el corazón a mil, ...
    ... su mano en mi boca, su mano en mi interior. Al retirar sus dedos, mis rodillas se doblaron. Mi respiración agitada estaba casi impedida por su gran mano tapándome la boca. Siento como intenta desabrochar el pantalón de una forma estúpida. Le cuesta, intenta, le cuesta, lo logra. Escucho como una hebilla metálica choca con el piso frío de mi habitación. Un pantalón a sus pies. Su miembro, caliente, durísimo empieza a buscar la entrada de mi humanidad. Su cuerpo se balancea: está borracho. Saca la mano que aprisionaba mi boca, la coloca en mi nalga, con la otra sujeta su miembro, lo posiciona… me penetra sin piedad. Siento como la piel de su falo rosa mi interior, siento como su glande se abre paso entre mis paredes húmedas, pequeñas, jóvenes. Siento como llega hasta el fondo y me abre de par en par. Siento como la primera embestida hace que me ponga de puntillas, encorve la espalda y tire hacia atrás mi cabeza mientras abro la boca para soltar un gemido silencioso. Con una de sus manos, enreda entre su puño mi pelo. Con la otra me agarra con fuerza de la cintura. Me embiste brutalmente, una y otra vez, una y otra vez. Siento como su cuerpo me empuja con fuerza. Me sostengo del marco de la ventana, abro un poco mis ojos y veo como, a esas horas, pasan un par de personas y miran sin cuidado, solo siguen derecho sin mirar hacia arriba. La inconciencia de su caminar. Con la mano que tiraba mi cabello, presiona más. Su cuerpo se inclina para acercar su lengua a mi cuello. Lo lame de ...