La sobrina de mi esposo (II) - Relatos Eróticos

La sobrina de mi esposo (II)

... desparpajo que le había leído se acercó, – mucho gusto señora soy Andrés un amigo de Sofía, me extendió la mano la cual obviamente se la di, -como estas Natalia tía de Sofía y él es Alberto el tío de sofí y mi esposo, le extendió la mano a mi esposo y lo saludo –como les va Sofía habla bien de ustedes, – vea pues, y yo que pensaba que me odiaba por tenerla tan controlada, dijo mi esposo mientras nos reíamos todos, – bueno eso me dijo aunque ahora que lo pienso se refería a usted señora Natalia jajaja, volvimos a reír todos y luego impero un silencio hasta que salió Sofía, – hola gracias por venir a verme todos, saludo Sofía muy contenta y eufórica abrazándonos a todos por turnos, me sentí incomoda cuando se abrazó con sus amigos pensaría que era por todo lo que sabía y que allí se supone que yo los veía por primera vez, cuando ya nos íbamos a ir, mi esposo se ofreció a llevar a las amigas de Sofía a sus casas, pero como era obvio no iba a llevar a los chicos, -no señor Alberto gracias por su ofrecimiento pero a ellas las recogimos en sus casa y debemos llevarlas nuevamente, así que es nuestra obligación dejarlas nuevamente, dijo Andrés, yo lo mire abriendo los ojos pues sabía que algo tramaba, – que galante eres cualquiera que te oye diría que es cierto, nos reímos pero no podía decir que era mentira porque yo no lo conocía, tuve que persuadir a mi esposo que los dejara ir, pues algo si era cierto ellas no habían llegado con nosotros, cuando los vimos fue con ellos así que lo ...

... que pasara no era problema nuestro; Mi esposo a regañadientes acepto aunque Sofía le pidió permiso para ir con ellos a celebrar que por obvias razones le negó e permiso, ahí no dije nada porque sabía que dejarla ir sería mala idea sin embargo mi esposo le dijo a Andrés – ven dame tu número que si les pasa algo a estas niñas y me entero te voy a llamar, todos se quedaron callados pero Andrés ni se inmuto por el contrario le dijo a mi esposo que le diera el de él y le marcaba, así paso efectivamente le marco timbando el celu, – no se preocupe don Alberto que estoy seguro que mañana las puede llamar y si le contestan sabrá que por el contrario las tratamos como se merecen, como princesas se acercó y se despidió de beso en la mejilla de Sofía, – tranquila nena otro día será, y se despidió de mi esposo y de mi también de mejilla lo que seguramente hizo que mi rostros se sonrojara. Había que reconocerle que el tipo tenía carácter, nosotros nos montamos en el carro y Sofía refunfuño todo el camino hasta la casa, Sofía esta vez se subió al altillo y no volvió a bajar, nosotros por el contrario nos fuimos al balcón a tomarnos algo y charlar un poco, mientras estábamos allí aproveche para intentar suavizar a mi esposo con Sofía diciéndole que -no deberías controlarla tanto que al final terminan haciendo todo a escondidas y es peor, además tu sabes que es mejor saber con quién esta y no que te mienta, – ummm si tienes razón pero el amigo de Andrés que nunca se presentó no me cayó bien, ...