1. (6) Reflexiones sin bragas


    Fecha: 08/07/2018, Categorías: Lesbianas Sexualidad, Autor: Mister Neron, Fuente: CuentoRelatos

    ... pongo. Mi madre no me deja. -Joder con tu madre. Seguro que se educó en un colegio de monjas. -¿Cómo lo sabes? -Yo lo sé todo, querida. ¿Me dejas que te haga un pequeño corte en el pelo? -¿Qué le pasa a mi pelo? -Necesita nutrientes y cortar las puntas. Parece que tienes un cacho de estropajo en la cabeza. -¿Eres peluquera o qué? -Yo sé hacer de todo. Soy una autodidacta. Yo aprendo sola. No necesito cursos ni másters. Además, tengo memoria fotográfica. -Eres alucinante, Ana. -Para ti Ani. -Vale. Ani. ¿Y qué más me recomiendas? -Anda hasta mí, vamos. Lidia no preguntó y lo hizo. -¿Así andas? Eso es un pato mareado. -Así ando siempre. -Hay que pavonearse. Zorrear en el paso. Mira. Ana soltó las caderas y anduvo por la cocina. -Joder… -Lidia se sorprendió de su clase y elegancia. -¿Lo ves? De este modo te follan diez veces por la calle. La clave está en la insinuación. Cortejar con el lenguaje corporal. Primero son los ojos y luego el coño, no lo olvides. -Vale. -¿Te estás quedando con todo? No me gusta dar consejos en vano. -Sí, Ani, lo tengo todo en la cabeza. -No. Lo debes tener todo aquí –se agarró ella misma su entremuslo-. Aquí está el meollo del asunto. Si eres una buenorra pero follas de pena, no sirve de nada. Todo es un conjunto. Belleza. Sexo. Y estilo. -Genial. -No llevarás bragas de Hello Kitty, ¿no? -No, que va. -No te creo. Bájate los pantalones –la puso Ana a prueba. Lidia sonrió y se fue desprendiendo de la ropa hasta quedarse únicamente en bragas. Ana aplaudió ...
    ... satisfecha. -Tienes madera de puta, ¿lo ves? Te lo dije, Lidia. -Gracias. Ana se aproximó y se fijó en las bragas de Lidia. -Debes saber que una mujer puede definirse por su lencería. No hacen falta estudios ni perfiles. Ves sus bragas y ya conoces todo sobre ella. -¿Y qué te dicen mis bragas? -Autoestima muy baja. Tanto que has dejado de cuidarte hace mucho tiempo. Tus bragas son de dos euros en el mercadillo. Un chico ve esto y sale espantado. -Otra vez aciertas en todo. -Pero estás muy tonificada pese a no hacer gimnasia. Tu depilación es aceptable. Tus tetas firmes y bien puestas. Tripa recta y sexi. Aquí hay sexo para rato. Quítate las bragas. ¡Ahora! Lidia obedeció y quedándose del todo desnuda. Ana dio círculos a su alrededor examinándola. -Ninguna estría. Ni grasa sobrante. Ni piel de naranja. Eres un diamante pero sin pulir. Solo necesitas unos arreglos y tendrás el mundo a tus pies. Además, tienes un potorrito precioso. -¿De verdad? -Mal depilado, pero tienes un tesoro escondido entre muslo y muslo. Ana palmeó su culo con la mano. -¡Au! ¿Qué haces? -Tienes el culo duro. Es increíble. Tus nalgas ni se mueven. -¿Y eso es bueno? -Muy bueno. No lo tienes caído ni fofo. Me tienes sorprendida, Lidia. -Gracias, Ani. -Veamos –se colocó Ana frente a frente con ella y la agarró del coño. -Ahhhh… ¿Qué coño haces? -Tú misma lo has dicho. Coño. Los dedos de Ana encontraron el clítoris y empezaron a frotar. -Ahhhhhh, joder… ¿Esto es necesario? -Quiero ver cómo te comportas en el ...