1. Una familia incestuosa. Parte 2


    Fecha: 10/07/2018, Categorías: Incesto Sexo en Grupo Autor: Mago21, Fuente: CuentoRelatos

    ... a ver quién se corre antes? —Venga -respondió mi hermana con mi polla aun en su boca. Retome el trabajo de antes volviendo a insertar los dedos en su ya lubricado coño mientras ella empezó a succionar sin descanso mi polla. Mientras me hacia una buena mamada me masajeaba los huevos y me los repasaba con su lengua mientras me masturbaba con su mano. Estaba en una nube y notaba como mi corrida se acercaba, pero no podía perder contra mi hermana así que aumente el ritmo todo lo rápido que mis dedos y mi lengua me lo permitía. Ella hizo lo mismo, pero yo tenía ventaja: —Ya no aguanto maaaaas -dijo, y con un fuerte gemido se corrió. Me puse de rodillas encima suyo y junté sus tetas en mi polla. Empecé a hacerme una cubana mientras mi hermana recuperaba el aliento: —Adoro tus tetas hermanita. —Vamos córrete, quiero tu semen. —N-no vas ahh a tener que esperar ahh mucho. Unos grandes chorros de semen salieron disparados al rostro de mi hermana. Exhausto vi como sacaba la lengua y repasaba sus labios llevándose algunos restos de mi corrida. Ambos, desnudos y cansados en el suelo del salón nos miramos fijamente mientras sonreíamos: —Eres increíble hermano. —Tu eres increíble. Nos dimos un fuerte beso en los labios con toda la pasión del momento: —Ambos sois increíbles. De pronto nuestros corazones dieron un vuelco. Nos incorporamos rápidamente y vimos, apoyada en la puerta de entrada al salón, a nuestra hermana Roció. Todo mi mundo se vino abajo en un segundo. Nos habían descubierto. ...
    ... Nos separarían y no volvería a ver a mi hermana. Estaba muy asustado al igual que Mery: —R-roció, ¿Cuánto tiempo llevas ahí? -pregunto Mery con la fuerza que pudo reunir. —Lo suficiente para ver lo mucho que se divierten mis hermanitos. Su voz no sonaba enfadada o sorprendida. Estaba relajada, con una fina sonrisa marcando su rostro y con la mirada divertida mirándonos de arriba abajo: —Por favor no se lo digas a nuestros padres -le suplique. —Tranquilo Álvaro no les diré nada, al fin y al cabo, he guardado vuestro secreto estas últimas semanas. Mery y yo nos miramos sorprendidos ante lo que acababa de decir nuestra hermana: —¿Lo sabias? -le preguntamos a la vez. —Por supuesto. Hace dos semanas volví a casa porque olvide un archivador para hacer el trabajo cuando escuche unos gemidos que venían del baño. Supuse que alguno os habríais traído a alguna pareja para follar. Y cuál fue mi sorpresa al asomarme y encontrar a mis hermanos mellizos practicando el incesto como animales. Mi mirada se posó en la de mi melliza que estaba igual de sorprendida que yo: —Al principio no podía creérmelo -continuo Rocío- pero luego me empezasteis a poner muy cachonda hasta tal punto que ese día me tuve que masturbar varias veces. Cuando os corristeis me fui. —Ese fue el ruido que escuchamos -le dije a Mery. —Si, salí a toda prisa para pesar y llegué a una conclusión. Yo también quiero que me incluyáis en el grupo del incesto. —¿Cómo? -dije sin creérmelo. —Si. Tenía que esperar a pillaros con las ...
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