1. Anahí dulce y morena pasión


    Fecha: 11/07/2018, Categorías: Sexo con Maduras Erotismo y Amor Autor: Gabriel351, Fuente: CuentoRelatos

    Anahí era la hija de doña Josefa. Ella vivía en Santiago del Estero hacia unos 20 años que no venía a Buenos Aires, ella vino a visitar a su madre luego de haberse separado. Anahí era la menor de 7 hermanos tenía 41 años, si bien vino de visita terminó quedándose a vivir y a cuidar a su madre que empezaba a tener ciertos achaques propios de una mujer mayor. Salvo una hermana, que vivía en Luján, el resto seguía viviendo en Misiones. Yo conocí a Anahí cuando fui a ver a mi madre y me sentí atraído por ella, se la veía distinta a las mujeres que Vivian acá… ella no llevaba maquillaje ni ropas ajustadas, parecía seductora inocente y tímida a la vez, aparentaba tener un buen cuerpo bajo sus ropas holgadas, parecía tigresa y gacela a la vez. Volví a verla al mes, parecía más adaptada a la ciudad, usaba ropas más ajustadas y eso empezaba a confirmar que su cuerpo era atractivamente curvilíneo. Estaba trabajando como modista en su casa Una semana después fui a vivir a casa de mi madre, ella se había ido de segunda luna de miel con su marido (que no era mi padre) a Brasil y yo me quedé en la casa para cuidar a los perros, a los cuales no podía llevar a mi departamento. Una noche hablando con Anahí y su madre, en la puerta de su casa, dije que al otro día iba a ir al cine y le pregunté a ella si le gustaba el cine y respondió: A- Fui solo 2 veces, en mi pueblo no hay cine, pero me encantó G- Te invito querés ir? A- Bueno El viernes fuimos al cine… Anahí parecía otra, estaba ...
    ... espectacular, de piel morena cabello lacio castaño con mechas rubias largo y suelto, ojos y labios maquillados, camisa blanca de mangas largas por fuera del pantalón, levemente entallada al cuerpo, con botones desprendidos hasta insinuar las nacientes de sus senos que evidenciaban buen tamaño, jean ajustados azul prelavado y zapatos abiertos de taco alto. Fuimos al cine, luego a una pizzería y caminamos tomados de la mano por el shopping, si bien conservaba aun esa pueblerina inocencia; su cuerpo así vestida decía lo contrario, un buen par de senos, y una cola muy redonda y parada y una sonrisa dulce y seductora. Caminar con ella de la mano era una extraña sensación me estremecía llevarla así y ni que hablar las veces que nos abrazamos, sentir su frágil cuerpo se hace difícil de explicar con palabras, sentía que mi deseo por ella iba en aumento constante, que me contenía en mis deseos por besarla, ella era un diamante en bruto, al que deseaba tallar con mis manos y mi boca. Llegamos a casa a eso de las 2 de la mañana, ellas (madre e hija) irían temprano a la casa de una tía de Anahí y yo galantemente me ofrecí a llevarlas. Me levante a las 8 y las espere en la puerta, Josefa salió primero y se sentó atrás. Anahí se hacía desear, pero cuando la vi enloquecí por ella, cabello suelto, cejas finas ojos pequeños marrones, párpados maquillados en un celeste muy claro, ojos achinados, pómulos marcados, nariz mediana levemente ancha, labios finos color rojo oscuro, dientes parejos y muy ...
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