1. Historia de mi familia 5


    Fecha: 12/07/2018, Categorías: Incesto Autor: wanttobelieve, Fuente: SexoSinTabues

    ... siempre como un sabor familiar. A veces lo hacía sin que ella lo viera pero otras me corría sobre su plato de comida una vez en la mesa. Le gustaba sobre todo cuando lo hacía sobre galletas o algo dulce. Como afortunadamente nunca he tenido problemas para correrme varias veces al día (fruto de haber sido, quizá, masturbador compulsivo desde pequeño) no tenía problema para proveerle del suficiente para saciar nuestras fantasías. Cuando se hubo acostumbrado en casa al sabor le preparábamos aperitivos para tomar en la calle, como bollitos que yo abría y rellenaba con mi semen y que nos encantaba ver como devoraba en el parque junto con otros niños. También le llevaba a veces una botellita, opaca, con orina para que diera algún trago que otro. Me excitaba tremendamente verla jugando con otros niños y verla tomar nuestra merienda especial junto a ellos mientras dejaba ver sus braguitas bajo la faldita. Ella se mostraba desinhibida en ese aspecto, como todos los niños, y despreocupada si la braguita se le movía y dejaba ver su vagina. En alguna ocasión mi mujer se animó a bajarla sin las braguitas, de forma que cualquiera podía verla mientras ella jugaba. Noté como la mayoría de edad de mi mujer bajó en parte mi interés sexual por ella, pero no le importó puesto que seguíamos disfrutando junto con la niña. Al acercarse de nuevo la fecha de los cumpleaños comencé de nuevo a pensar en alguna nueva sorpresa para la pequeña, pero los avances que iba haciendo eran grandes pero no ...
    ... permitía introducir ninguna nueva rutina en el día a día. Decidí finalmente que esta vez la sorpresa seria simplemente una fiesta en casa con sus amigas del parque. Mi mujer coincidió que era lo mejor. Yo aun así sí que prepare un pequeño secreto a espaldas de ellas. Decidí preparar yo mimo la tarta que comerían las niñas, para lo que reserve varias de mis corridas durante semanas en el congelador, añadiéndolas en la nata del relleno así como en un batido de chocolate que les preparé. Llegado el día vinieron 4 amiguitas de mi hija a casa, de entre 2 y 4 años. A cada una le serví un buen pedazo de pastel con mi relleno especial, y disfruté viendo como las 5 niñas saboreaban mi semen. Cuando todas se fueron y yo me preparaba para una sesión de sexo especial, mi mujer escribía con el móvil. Le metí prisa para que terminara pero al poco de soltarlo llamaron a la puerta. LA niña estaba ya vestida con un conjunto especial que le había puesto mi mujer, una especie de bodi de encaje que le había cosido ella misma, y estaba maquillada. Yo estaba desnudo, al igual que mi mujer. Preocupado por quien pudiera ser decidí ignorar la llamada cuando veo que mi mujer se dirige a la puerta, abriéndola, para mi sorpresa y miedo pues descubrirían nuestro juego. En la puerta estaba el vecino del bajo, un señor mayor jubilado, de unos 65 años. No entendía lo que pasaba al ver como mi mujer le dejaba entrar mientras el hombre, aunque curioso por nuestra desnudez, no parecía alarmarse. Traía un paquete ...
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