1. Solo un café, con leche


    Fecha: 12/07/2018, Categorías: Hetero Infidelidad Autor: xavimysk, Fuente: CuentoRelatos

    ... contemplar su delicioso trasero, a escasos centímetros de mi cara, cubierto por unas delicadas braguitas negras de encaje y transparentes en la parte trasera de forma que su magnífico culo era adornado con un toque que lo hacía aún más sexi. -Para por favor, nos van a ver- Protestó con escasa convicción a la vez que llevaba su trasero ligeramente hacia atrás empinándolo provocadoramente. Bajé sus bragas de un tirón y mis manos tomaron sus nalgas desde abajo justo en el momento en que mis labios se posaron sobre su culo comenzándolo a besar y a mordisquear con ansia. Separé ambas nalgas y comencé a recorrer con mi lengua el canal de su culo alternando besos y lametones. Laura no dejaba de mirar recelosa a un lado y a otro, pero a un tiempo sus piernas se separaron e inclinándose ligeramente hacia delante su entrepierna quedo totalmente expuesta ante mí. Su sexo, totalmente depilado, mostraba unos apetitosos labios vaginales en los que se apreciaba asomar la humedad del interior producto de la excitación del momento. No me resistí ni por un segundo a saborear aquella deliciosa raja y mi lengua comenzó a recorrerla de inmediato mientras su propietaria llevo las manos hasta su trasero para ser ella misma quien separase ambas nalgas facilitándome la degustación de tan apetitoso manjar. -Estás loco y me vas a volver loca a mí también ummm. Pronto sus labios se abrieron y mi lengua pudo saborear el néctar de su interior mientras con mi mano derecha rodeando sus caderas comencé a ...
    ... acariciar su sexo desde delante masturbando su clítoris. Mi deseo era tal que en aquel momento lo único que quería era beber y beber de su sexo, llevaba mucho tiempo sediento y su coño era lo único que podía apagar mi sed. De pronto el motor de un coche arrancando en la lejanía interrumpió el tórrido momento y Laura dando un respingo se enderezo retirando su culo de mi cara y se bajó el vestido precipitadamente. Yo por mi parte me erguí y pegando mi paquete a su trasero la abrace comenzando a besar su cuello de nuevo. -Para, para que nos pillan.- Su cara mostraba un rubor completo y su respiración agitada hacía que sus pechos subiesen y bajasen con ella. Le hice caso y me moderé abandonado los besos y deje tan solo mi paquete, duro como una piedra, apoyado contra su culo disimuladamente. Apenas medio minuto después un Ford Mondeo pasaba junto a nosotros camino de la salida del parking, su conductora cruzó la mirada con nosotros por un segundo. -Qué vergüenza, que vergüenza- Repetía Laura una y otra vez. Sus bragas habían quedado a la altura de sus rodillas mientras todo aquello sucedía. -Tranquila, no ha visto nada- Le susurre al oído apretándome contra su cuerpo y volviendo a estirar de su vestido hacia arriba. Retorcía su cuello intentando librarse de mi boca, aunque lo hacía sin mucho convencimiento. Esto último quedó perfectamente claro cuando llevando una mano hacia atrás la posó sobre mi paquete palpando la dureza de mi verga aprisionada bajo la ropa. -¿La quieres?- Le ...
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