Mi madre es una puta - Relatos Eróticos

Mi madre es una puta

... despues de haber inundado su garganta. "Sigue tragando y bebetelo todo" Mama siguió bebiendo semen, hasta que , por fin, después de lo que pareció una eternidad, Andres aflojó la presión y mama aprovecho para sacarse la polla de la boca y poder respirar a gusto... La polla, a escasos centímetros de la chorreante cara de mama, aún no había terminado Y con un gemido de placer que pudo oirse en todo el barrio, Andres lanzó su último chorro de semen, un chorro potente y con alcance, que fue a estrellarse justo entre los ojos de mi follada madre. Ya solo faltaba Jose y este se lanzó sobre mi empapada madre y la penetró por el culo. , con una facilidad pasmosa, su gran polla se hundió en el recto de mama como si fuera mantequilla, jodiéndola con salvaje determinación. Tenía el culo ya tan abierto y lubricado, que un segundo más tarde del comienzo de esta tercera penetración anal ya estaba total y completamente cachonda...mojandose muslos abajo. AAAhh..siii..siii...mi culo..mi culitooo..ahhh...por favor...siii..ahh..siiiguee..ahhh...-gemía mama, confesando sin ...

... tapujos su cachondez, con los ojos casi cerrados y la lengua fuera. Jose empujaba cada vez con mayor fuerza, golpeando el culo de mama con su cuerpo cada vez que se la metía hasta el fondo. La polla, dura, gorda y mojada, se hundía una vez tras otra en el agujero del culo de mi madre, un agujero del culo tan lubricado y usado que por él habría podido pasar un camión o casi. Jose no aguanto mas de 7 minutos y sacando su nabo del ano de mi mas que follada madre, se corrió con espesos y potentes chorros sobre las nalgas, la espalda y el pelo de mi madre. Todo habia terminado, cuando mi padre bajo en ese instante después de seguro a ver oido a mi madre golpear la mesa al sentir la follada de los 3 cabrones que tenia por amigos pudo ver a mi madre en una estampa increíble y grotesca, completamente desnuda, despeinada y con el cuerpo cubierto por restos de semen. El semen le colgaba de las tetas, le colgaba de la cara, de la comisura de los labios, de la nariz, el semen inundaba su estómago y teñia de blanco cremoso el rubio color de los pelos de su entrepierna.