1. Quiero tu semen


    Fecha: 15/07/2018, Categorías: Fetichismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... plaqueta. Me quedé de una pieza, pero me alcanzó el ánimo para regalarle una pregunta: ¿habrá alguien mirándome? -Sí, yo. Debo estar presente en el momento de la eyaculación para tomar un registro detallado de los primeros segundos en que la muestra entra en contacto con el aire. -Y no crees que es una petición sumamente embarazosa. -Mira, Jaime, yo sé que lo que te estoy pidiendo no es nada fácil y que tú podrías decirme simplemente no y listo. Pero no tengo a nadie más a quien recurrir. Sería incómodo pedírselo a uno de mis compañeros de materias. Orlando (su novio), como sabes, está de viaje. a mi papá, ¡ni pensarlo! Sólo cuento contigo. -Milena, yo te aprecio mucho, pero no creas que es un favor cualquiera que me pidas masturbarme a unos centímetros de ti y que, además, eyacule- se lo dije, lo confieso, entre avergonzado y excitado. -Jaime, te repito que entiendo por lo que estás pasando y que mi vergüenza es infinita, pero si yo no tengo esos resultados mañana temprano, puedo ir despidiéndome de la beca en la universidad y tú sabes lo que eso significa para papá. Te lo suplico. Mira, te prometo que mientras te masturbas yo me dedico a estudiar algunos papeles, a mirar mis datos en la mesa y ni te miro. -Si accedo, ¿cuándo lo haríamos? -Ahora mismo. -Ayyy, yo no sé qué decirte, y si alguien se entera, ¿qué? Sería muy incómodo. -¡No, te lo prometo! Jamás nadie lo va a saber. -Está bien, está bien, está bien. pero qué locura. Ella no podía ocultar la dicha, me dio un ...
    ... beso enorme en la mejilla y me tomó de la mano para conducirme al microscopio. Mientras ella organizaba los aparatos, comencé a desvestirme. -¿Qué haces? -me dijo. -Me desvisto. -¿Es necesario? -Milena, digámonos las cosas como son: hace una semana que no me acuesto con tu hermana y creo que mis reservas de esperma serán abundantes, lo cual es bueno para ti (se puso roja como un tomate), pero no para mi ropa. No quiero mancharme los pantalones o la camisa, así que. -Te entiendo, te entiendo, y discúlpame por la mojigatería. Mientras, estaba yo ya en calzoncillos. Pero como que no me decidía. Y, para ser sincero, estaba tan incómodo con la situación, que no tenía ni erección. Ella me clavó la mirada y no quedó más remedio que bajarme la ropa interior. Pude darme cuenta de que cuando vio mis 18 centímetros en reposo, el corazón le dio un brinco. Casi se le salen los ojos, pero trató de disimularlo con un comentario salido de tono. -Sí, definitivamente el más grande de los primates. -Nada diferente al pene de otra persona, ¿o sí? Y sucedió algo que nunca me imaginé. Corrió su silla hacia mí y, movida más por el interés científico que por el instinto sexual, tomó mi pene entre sus manos. Descubrió con delicadeza el glande y, con la otra mano, palpó mi escroto. No dije nada. -Como vez, el tamaño de tu pene es de unos quince o dieciséis centímetros en estado de reposo, lo cual excede el standard. Tu glande es contorneado y bien definido y tus testículos también son de dimensiones ...