1. Me indujeron a ser esclava (II)


    Fecha: 16/07/2018, Categorías: Dominación Autor: noeliamarrana, Fuente: CuentoRelatos

    ... sorpresa estaba un chico de unos 18 años. –Eres Noelia? –me pregunto, a lo que asentí. -Bien… ven aquí putita, me dijeron que eras una maravilla en la cama, aunque a juzgar por el precio pues no me parece mucho…aunque bueno, tu chulo me ha dado unas putas muy buenas por el mismo precio, a ver qué ofreces… No lo podía creer, cuando el amo había dicho que haría de mí una puta, lo decía literalmente. Me había alquilado a un chico. Y no sería el único, de eso estaba segura. Ahí, a pesar de sentirme totalmente ultrajada por la situación, la excitación comenzó a subir poco a poco de nuevo, lo que en cierta manera me llevo a comenzar a quitarme la ropa de manera sensual para él, mi cliente… Así fue pasando el tiempo. Todos los días tenía un cliente nuevo. Cada día que pasaba, me iba acostumbrando a mi condición de puta, y todos los días iba en cierta manera excitándome con más facilidad ante aquellos clientes desconocidos, y accedía sin muchos regañadientes a sus deseos… como dijo mi amo, si la mercancía es buena, el cliente volverá a por mas…y tenía razón, varios repitieron… (Un mes después) -¡¡¡aaaahhh siiiii!!! ¡¡¡Cógeme duro!!! ¡¡¡qué ricooo!!! –dije casi sin respiración. -¿Te gusta furcia? ¡¡Vamos, muévete!! No pague 10 Bs.F para yo hacer todo el trabajo, mueve ese culo –PAF!! Una tremenda nalgada me hizo dar un respingo, recordándome que yo solo existía para satisfacer los deseos sexuales de mis folladores. Puse en marcha un frenético movimiento de caderas, aprovechando la ...
    ... posición sexual, en la cual, yo estaba sentada sobre mi macho de turno, o mejor dicho, sobre mi cliente de turno, con mis tetas viendo a su rostro, bamboleándose ambas por los movimientos de mi cuerpo, tanto al ser embestida con total rabia, como por los míos propios, los cuales empezaban en ese instante. -Aaahhh siiii, este tipo tenía razón, sin duda eres una autentica puta verbenera, te mueves delicioso… -Ah, Ah, ah, afff, MmGGhh –era mi respuesta. Su güebo estaba ensartado en mi culo, y yo lo movía lo mejor que podía. Era una puta, si, ya estaba convencida de eso. Y además, lo estaba disfrutando. -¡¡aaaahhh putaaaaa me corrooo!! –grito salvajemente, tomando ambas tetas con sus manos, apretándolas muy fuertemente, haciéndome algo de daño, pero que mi instinto masoca se encargaba de convertir en placer. Sentí deliciosamente en mis entrañas el preciado líquido sami espeso, blanquecino y caliente, descargado por el güebo de mi cliente. Una divina sensación me recorrió el cuerpo al sentir su esperma en mi interior. Luego de su descarga, me empujo a un lado, quedando el acostado en el viejo colchón que era el único objeto que estaba en esa pequeña habitación de paredes deterioradas, con la pintura desconchada y varias grietas además de filtraciones. El olor a sexo en el lugar era penetrante. Además el colchón, viejo, polvoriento, con algunas roturas, el otro objeto en la habitación era yo. Tomo mi cabeza por los pelos, y la dirigió hacia su verga, la cual aun estaba un poco erecta, ...