1. Rosalía y los alemanes


    Fecha: 17/07/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: murgis, Fuente: CuentoRelatos

    Mi mujer conoce en vacaciones, a un alemán de 2,10 metros que la hizo volverse loca, él tío era rubio musculoso y según mi mujer con un pedazo de polla como la de un caballo.- En esta ocasión, nos fuimos de vacaciones a un balneario a la Costa del Sol, La verdad necesitábamos de este viaje para relajarnos y disfrutar del sol y de muchas otras cosas Nos quedamos en un hotel 5 estrellas, en el cual incluía todo, o sea las comidas y bebidas ilimitadas, que para mí era lo mejor. Lo estábamos pasando muy bien, la verdad, ya que íbamos a la playa, conocíamos los sitios turísticos y todo estaba saliendo muy bien, Ella usaba la ropa muy sexy y eso a mí me agradaba, ya que usaba minifaldas y blusas muy escotadas, como todas las chicas que en el Hotel Balneario, Allí había una muy buena discoteca, que habíamos disfrutado en noches anteriores, pero que esta iba a ser muy especial El día anterior había llegado al hotel una excursión de alemanes, todos muy bien parecidos, rubios de ojos verdes y bastante atléticos y esa noche fueron a la discoteca algunos de ellos Rosalía mi mujer esa noche se puso unas sandalias de plataforma destapadas, una minifalda en jean, no muy corta, y una blusa que por la parte trasera es totalmente desnuda y no llevaba sujetador. La discoteca estaba con muy buen ambiente, y comenzamos a bailar muy alegremente, Yo aprovechaba y a veces bajaba mis manos y rozaba sus nalgas pero eso a ella no le agradaba mucho. Estábamos tomando whisky que pedíamos en el bar. En ...
    ... eso vemos que varios alemanes se acercaban hacia donde nosotros estábamos y comenzaban a bailar solos ellos como acostumbran yo note que a mi mujer le llamaban la atención estos alemanes, pero ella no se atrevía a decir nada no sabe ni alemán ni inglés. Cuando ya casi se iba a cerrar, dos de ellos se nos acercaron y nos dijeron en un mal español, que si podían hacerse en nuestra mesa. Yo note que mi mujer los miraba fijamente y sonreía, yo sin ningún problema les dije que sí. Hay estuvieron bailando con mi mujer a veces pero de manera muy seria, y después se sentaban. Uno se llamaba Walter y el otro Harold. Este último, era él más apuesto, ya que media por lo menos 2,10 m era rubio y tenía ojos verdes, Era el que más alegre estaba y era bastante simpático. Ellos traían una botella de Chivas Regal que no habían abierto todavía, yo no le dije nada entonces cuando cerraron la discoteca ellos destaparon la botella y nos ofrecieron un trago ellos nos dijeron que quería agradecernos la amabilidad por nuestra hospitalidad y que si podíamos tomarnos unos tragos con ellos. Walter se excusó, y dijo que tenía sueño, y que prefería acostarse. Yo vi la cara de mi mujer la cara de felicidad que se le puso viendo que se quedaba solo Harold entonces le propuse en Ingles subir a nuestra habitación para tomarnos, algunos chupitos más de whisky. Él accedió y fuimos hasta la cuarta planta donde quedaba nuestra habitación. Entramos y sacamos unos vasos que había allí y comenzamos a brindar. Rosalía ...
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