1. El albañil y su pequeña amiguita


    Fecha: 17/07/2018, Categorías: Intercambios Autor: Chris34, Fuente: SexoSinTabues

    ... montecito de Venus se veía abulltado, mojadito y listo para la acción, sin ningún pelito y se sentía suavecito, sus labios exteriores se veían muy gorditos, nada le colgaba y por dentro se sentía tibia, le iba metiendo la verga cuando ella pujaba, Arturo quiso levantarse y yo le puse mi mano en su pecho para impedírselo. Esa puchita me apretaba demasiado y podía sentir como poco a poco se iba abriendo y dejando entra mi verga. Obviamente no se la iba a meter toda porque eso no era posible y además siempre hay que tratarlas con cuidado para que o disfruten y pidan más. Arturo me observaba acostado y ya no se masturbaba, yo seguía con mi nao en su pecho y con la otra en el pie de la nena. Mientras se la metía le pregunté que qué le había traído Santa Claus y me dijo que nada, le pregunté que por que nada si ella se portaba bien y entonces le dije que nosotros le regalaríamos algo, ella dijo que quería un teléfono celular. Yo esperaba que pidiera un juguete pero no, ahora todos los niños quieren un celular y con grande pantalla. Luego le tomé la mano a Arturo y se la dirijí a su verga para que se masturbara, el lo entendió, se puso de pie y veía como yo le metía un poco menos de la mitad a la nena. Se veía tan rico como entraba mi cabeza y como ella la expulsaba de sus labio, así ...
    ... lo hacía varias veces mientras ella se relajaba y me permitía entrar más. Luego me acosté boca arriba, agarré mi verga y le pedí a Arturo que me la sentara en la verga, él tomo a la nena del pecho y brazos y la arrimó a mi verga, luego la fue sentando y así la nena ya sin ayuda se iba bajando hasta donde ella podía y sentía placer, fueron unos cuantos sentones cuando no pude más y la dejé toda mojadita de mi leche, ella se puso de pie y chorreaba. Ahora era el turno de Arturo, él la puso en 4 y desde atrás le empezó a dar, con mi leche adentro era más fácil que se resbalara yo mientras aún acostado le acariciaba sus pezoncitos que estaba parados hasta que Arturo también se vació dentro de ella. Terminando la llevamos a que se bañara y quitarle todos los restos de semen, su montecito de Venus se veía más abultado y rojito pero el orificio de su vagina ya estaba cerrándose de nuevo. Ya bañadita y cambiada le dije que su regalo le llegaría sólo que debería pasar por él, como seguía lloviendo la llevamos a su rancho y dijo que la dejaramos en la entrada para que no la regañara sus papás ni le preguntaran nada. La brisa era suave pero aún así mojaba. Ahora Arturo y yo somos muy buenos amigos y la nena nos visita seguido, aunque mi hermano ya regresó a su casa, en la mía está libre. 
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