1. Depilación asistida


    Fecha: 20/07/2018, Categorías: Fetichismo Autor: Ramiro, Fuente: CuentoRelatos

    ... cuando se trata de mantener la pasión, a lo que mi mujer repuso, un tanto alegre por lo que había bebido, que tanto ella como yo nos afeitábamos periódicamente los genitales, pero que en ambos casos yo era el ejecutor de la depilación tanto de ella como la mía, además matizó casi entrando en detalles que yo tenía un pequeño cortapelos que era magnífico y no irritaba nada, dejando el pubis perfectamente delimitado y recortado, afeitando por completo el resto de los pelos hasta el final de la raja del culo. Ni que decir tiene que aquel día, entre la conversación y las copas todos nos pusimos tan cachondos que a punto estuve de enseñarles la polla entera, porque me obligaron ante la incredulidad de que yo estuviera afeitado a enseñarles algo y me quedé en el pubis y parte de un huevo por el lado de los calzoncillos. Cuando vieron el pubis rapado al 1,5 y perfectamente recortado, y el cuero de los cojones perfectamente afeitado, cambiaron la cara y lo que creían cachondeo, pasó a cachondez. La suerte estaba echada, quería sembrar en Victoria la idea de que aquello era una cosa normal y, conociéndola, no tardaría en llevarlo a cabo, con la consiguiente alegría para Mateos, sobre todo después de lo que había puesto yo en juego. Claro que aquella noche cayó un polvo de antología, con mi mujer, por supuesto. Después de aquello suponía que pasaría algo, pero lo que no esperaba es que un día Victoria me llamara al móvil para que fuera a verla, con algo de urgencia. Por suerte o por ...
    ... desgracia yo estaba desocupado aquella mañana y sin intuir nada fui a verla en un salto. Tras entrar a su casa y saludarla con un par de besos en las mejillas, le pregunté sin ambages qué pasaba, a lo que, con mucho misterio, cerró la puerta y casi susurrando me dijo que necesitaba que le hiciera un favor. - Lo que te haga falta, -le dije, no sin cierta preocupación por el tono de la petición. - Sé que puedo confiar en ti y quiero darle una sorpresa a Mateos por su cumpleaños... -comenzó Más tranquilo pensé que se trataba de buscarle o recomendarle algún regalo o prepararle una fiesta sorpresa, lo que justificaba en cierto modo el misterio. Pero... - ... así que quisiera que me ayudaras con cierta operación que no me atrevo a hacer, además como tú tienes más experiencia, querría que me ayudaras a depilarme. Así de sopetón, se me tuvo que quedar una cara que no me atrevo a describir. Estúpidamente, dije: - ¿Depilarte?, ¿¿¿el qué??? -como si a esas alturas no lo supiera, además el color de mi cara lo revelaba a las claras. - Mira, Ramiro, sé que puedo confiar en ti y que, conociéndote como te conozco, no te aprovecharás de la situación. Me ha costado mucho decidirme, pero es que me gustaría darle una sorpresa a Mateos y tú sabes lo que le gusta, además me ha dicho Paula que tienes mucha habilidad, ya sabes a lo que me refiero, depilarme el Monte de Venus... ¿lo harás por mí? Creo que el corazón se me salía por la boca en ese momento, ¿cómo iba a ser capaz de hacer eso con la mujer ...
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