1. Mi suegra en mi cama (por primera vez)


    Fecha: 21/07/2018, Categorías: Sexo Duro Sexo con Maduras Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... humedecidos me provocó una tremenda erección, mucho más tiesa que nunca…Me ubiqué entre sus muslos abiertos y apunté la cabeza de mi verga a su entrada. Me deslicé muy despacio, sintiendo cómo mi pija entraba con facilidad en la vagina de mi querida suegra, quien comenzó a suspirar a medida que sentía la invasión. Dijo que le dolía un poco porque la sentía muy gruesa, pero enseguida su concha se adaptó al tamaño de mi verga y entonces Susana comenzó a jadear y a gemir de placer.Cuando la tuvo toda adentro y sintiéndose más cómoda, Susana giró su cabeza y me suplicó, gimiendo sensualmente:“Ahora sí… la quiero toda adentro, dame con todo, no tengas compasión…”Como un buen yerno obediente, aferré sus suaves caderas y comencé a bombearla con todas mis ganas, mientras ella gemía, lloraba, suplicaba y jadeaba, pidiéndome más y más…No recuerdo que antes de ese polvo hubiera derramado tanto semen…Susana acabó dos veces antes de que yo me vaciara en el fondo de su vagina. Apenas se la saqué, ella giró y tomó mi verga con sus labios, lamiéndola hasta dejarla limpia.Le dije que mi verga podía estar ...
    ... nuevamente tiesa en menos de cinco minutos y le pedí que me entregara su perfecto y firme culo para gozarlo a mi antojo.“No, por el culo, no… tu verga es demasiado gruesa, me vas a desgarrar.”No quise insistir, pero estaba seguro de que alguna vez iba a darme el gusto de sodomizar a mi suegra, aunque ella ahora se resistiera… ya la iba a convencer de alguna manera…Miré el reloj y justo en ese momento ambos oímos con claridad ruidos en la cocina. Anita estaba de regreso…Susana saltó de la cama y se encerró en el baño. Yo me acomodé las ropas lo más rápido que pude y salí al encuentro de mi dulce mujercita.Ana me vio llegar y se inclinó sobre la mesa de la cocina.“Me parece que hoy hice demasiado cola-less y se me fue la mano con el sol” Me dijo corriéndose la tanga para mostrarme los cachetes al rojo vivo y además su estrecha y delicada entrada anal. Mi verga saltó otra vez…“No te preocupes, amor, yo tengo la solución para eso” Le dije mientras me acariciaba la verga sobre mis pantalones y pensaba que, después de todo, iba a poder meterla en un lindo culito… aunque no fuera el de mi suegra… 
«123»