1. Mi regalo.


    Fecha: 21/07/2018, Categorías: Anal Sexo en Grupo Tabú Autor: Sinseble, Fuente: xHamster

    Una deliciosa amiga me ha regalado el siguiente relato y como me ha excitado muchísimo lo quiero compartir (con su permiso).Gracias Ph.--------------------------------------------------------------------------------Hola CieloYa sé que éste no era el lugar convenido pero te agradezco que hayas acudido. Verás cómo te gusta. Es como una segunda vivienda para mí. Y además tiene todas las comodidades.Nada más llegar te beso en los labios, apreciando tu olor personal en el contacto.Te ofrezco algo de beber. “Sólo agua” me dices. Te invito a acompañarme y entramos a una sala espaciosa con multitud de aparatos de gimnasia, bancos de pesas, abdominales, etc.Miras a tu alrededor con una sonrisa en tus labios, de aprobación.“¿Quieres desnudarte?”.Yo visto una bata de estilo chino, roja, muy corta y con aberturas en los lados. Las mangas son amplias. Voy descalza.No te haces de rogar y te desvistes por completo sin ningún pudor.Una de las camillas está preparada con suaves sábanas. Con un ademán te ofrezco tumbarte. Atenúo un poco la luz. No es lo que esperabas pero no dices nada.Me acerco conduciendo un carrito con diversos frascos y algunas cosas más. Abro un bote de aceite para masaje. Lo vierto en mi mano y froto con la otra para comenzar un masaje en tu cuerpo. Un masaje relajante desde tu espalda, con movimientos firmes pero lentos, del centro hacia afuera, de arriba hacia abajo.Paso de los hombros a los brazos. Primero uno, luego el otro hasta llegar a las manos y los dedos. ...
    ... Vuelvo a la columna y el cuello. Froto tus nalgas suavemente subiendo por tu hendidura, pero sin profundizar, haciendo círculos cada vez más grandes y llevando mis manos a tus muslos. Masajeo tu pierna firmemente hasta la rodilla, gemelos, tobillos, pies y dedos, delicadamente ahora. Lo mismo con la otra.Te hago girar y comienzo el mismo masaje desde los hombros hasta los brazos, pero ya no voy hasta tus manos. Continúo por el pecho, del centro a los costados, bajando por tu vientre, rodeando tu ingle, frotando tu polla, tan suavemente que noto cómo levantas ligeramente tus caderas, pero este masaje no tiene un fin excitante, así que continúo con mis pulgares acariciando tus bolas en la base, tenuemente, para finalizar de nuevo en tus piernas. Hago el mismo trabajo que antes, pero ya no me detengo en tus pies.Te coloco una fina sábana por encima y desaparezco para volver con más agua. Te has incorporado de costado y aceptas el vaso.Levantas la sábana y preguntas: “¿Y esto?”De pronto, se oye la puerta, y dejas caer la sábana otra vez sobre tu cuerpo. Te tranquilizo, diciéndote que es el dueño de la casa quien llega. Es un amigo de total confianza y sabe que estamos aquí. Me gustaría que lo conocieras, si no te importa.Lo piensas un segundo. Me preguntas si esto estaba preparado. Asiento, y asientes.Te explico que él es mi amigo desde la adolescencia. Que es gay. Que es médico, aunque nunca ha ejercido. Que es rico, aunque nunca hace ostentación. Que es extremadamente inteligente, ...
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