1. Mi nueva vecina Milf (Parte 3)


    Fecha: 22/07/2018, Categorías: Sexo con Maduras Confesiones Autor: Alexander0022, Fuente: CuentoRelatos

    ... pues mi madre ya estaba bajando las escaleras. Trajo en sus manos un saco que le prestaría a Ana para su trabajo, puesto que estaba bajando la temperatura y estaba anunciado lluvias, con mayor descenso. Que si bien no volvería tarde de la cena, ya no quería molestarle más a mi madre. Se despidió de nosotros y se fue. Yo quedé perplejo. La calentura me había subido hasta las nubes. Esperaba con ansias que ocurriera un milagro y me dijera para vernos esa misma noche. La traje a mi novia a casa y tuvimos sexo 3 veces en cuestión de algunas horas, de lo loco que estaba, pero no podía dejar de pensar en mi vecina. Una vez que la lleve nuevamente a su casa a mi novia me quedé esperando. Mirando mi teléfono a cada momento. Así se hicieron las 12 de la noche. Al otro día debía trabajar temprano. 6:30 de la mañana. Perdí las esperanzas de poder estar con Ana, así vestida tan sexy. Cuando ya me disponía a prepararme para dormir, sonó mi teléfono, rápidamente miré, y sí, el milagro había sucedido, era Ana. Me preguntó si ya estaba durmiendo. A lo cual respondí que no. En ese momento recibí una foto. Se había sacado de cuerpo entero. Aún vestida como salió. Preguntándome debajo, si quería cruzarme un rato. Ni una vez lo dudé. Le dije que sí. Mientras me vestía, Ana me dijo que me cruzara por la muralla del patio trasero, cerré la puerta de mi habitación y me crucé. La muralla no es muy alta, por lo que nada me costó hacerlo. Ella me estaba esperando del otro lado fumando un cigarrillo. ...
    ... Le pedí uno mientras nos besábamos. Fumamos mientras charlábamos y reíamos de esta locura. Hasta que entramos a la casa. La tomé de la cintura y la apoye contra la mesa. La bese con intensidad mientras mis manos ya recorrían sus nalgas forradas en la lycra de su enterizo. Ella solo se apoyaba con sus brazos hacia atrás en la mesa. Mi pene comenzó a ponerse tieso. Ana me separó con sus manos hacía atrás. Me quitó para luego recorrer con besos mis pectorales, el abdomen, para luego arrodillarse, colocándose frente a mi bulto que estaba por explotar dentro de mis prendas. Desprendió el botón de mi jean, bajándome la bragueta, para hacer lo mismo con mi bóxer. Mi pene quedó liberado al fin, sus ojos se posaron en los míos, mientras me besaba el glande lentamente. Era una tortura para mí, quería que se lo metiera entero en la boca. La tomé de la colita que se había hecho en el cabello. Ana abrió la boca para que pueda al fin meter mi pene completo. Sin dejar de mirarme como viciosa me chupaba una y otra vez. Tomé un preservativo que había metido en mi bolsillo, y se lo pase. Ana lo abrió y con delicadeza me lo colocó de manera perfecta. Mi pene estaba durísimo. Como una roca. Ella se paró, dándome la espalda se apoyó sobre la mesa, arqueando su espalda para sacarme lo más que pudo su cola. Le baje el cierre que el enterizo tenía atrás, el cual llegaba hasta la base de la cintura. No quería quitárselo pero no había otra manera de penetrarla. Ella se quitó la parte de los hombros, ...