1. Sexo con la madre de mi novia. Necesitó sexo, probó el mejor


    Fecha: 02/10/2017, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... cabeza para incrustarla en su vagina, Jadea, gime y vocifera que me pare. - Para! Para!, para por favor! No puedo, no puedo!!! Me mueroooo Solo un momento de compasión, tan pronto dejó de vociferar retomé lentamente el movimiento, vibra sus músculos, aprieta los labios vaginales, otro remezón de temblores excitantes toman el control de su maltrecha humanidad. Un segundo tsunami agitándola como hoja en la tormenta. La misma receta la lleva a un tercero y a otro más. Totalmente desencajada y alborotada, solo atina a pedir clemencia entre lágrimas de goce. - Basta, basta!!! Porfa, no puedo más, no puedo… mi cuerpo no está acostumbrado a este trajín, no puedo soportar, no puedo controlarme ni dominar esta calentura. Me sometiste, me haces delirar pero me cuesta soportar tanto placer. Me deshice de las ropas, solo quedó el bóxer, me senté en sillón de respaldo alto, mirándola tendida sobre el escritorio, abierta de piernas, los labios de la vulva aleteando, los jugos empapándolos, los pendejos (vellos púbicos) alborotados y húmedos. Se deshizo del vestido, avanzó hasta quedar hincada entre mis piernas, palpó el tamaño del miembro, el gesto fue bien expresivo cuando apretó a dos manos el buen tamaño de la poronga. - Hmmm, cómo debe haberte sufrido Elenita. Todo esto se comió, con razón la escuché gemir una tarde que ni se enteraron que había llegado. Desde ahí, comencé a mirarte con ojos envidiosos. - Sí que lo he notado, sabía que debías de habernos pescado cuando le hacía el ...
    ... amor a tu hija. - Hacer el amor? Con esta poronga lo que hacías es romperle el culo. Se lo hiciste? (el que calla otorga), ah… entiendo se lo rompiste verdad? - Bueno… no fue tan así, supe hacerla desearlo, le dolió algo pero no la lastimé como piensas. - Estaría bueno saberlo, aunque esta “cosota” me intimida. Se prendió al miembro con la ansiedad de beberse la vida, se aferró a él con quien defiende su derecho a la vida. Sentía que esta carne le era indispensable para renacer de sus propias cenizas. Asida al mástil coronó de besos y saliva la cabezota, abriendo bien grandes los ojos, controlando cada uno de mis gestos, pajea y mama sin perderse un gesto. Atorada y bufando no suelta la presa, la conserva todo el tiempo dentro de su boca caliente, labios bien apretados por el grosor y para retenerla a pesar de todo y todos. La pajeada avanza sin prisa pero sin pausa, el glande siempre inmerso dentro de su cavidad bucal, tiene buena mano para movilizar la excitación, pronto me llevó al bode de la eyaculación. - Para, para, que si sigue así me vas a hacer venirme. (Sonríe sin soltarme de su boca) Nela, estoy casi al límite, voy a venirme en tu… Voyyyy. Ni pude terminar la frase, la excitación fue tanta y tan grande que cuando sentí el cosquilleo de que la eyaculación estaba próxima, ya ni tiempo tuve, solo una advertencia sobre la marcha y el disparo del semen salió con el estrépito de un cañón, bueno a así lo percibía desde el puesto de mando. Disparé una gruesa andanada de semen ...
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