1. Me sorprendió el afeminado…


    Fecha: 25/07/2018, Categorías: Gays Autor: alexico.zar, Fuente: SexoSinTabues

    Hola otra vez. Me llamo Alexis, actualmente tengo veinticinco años, vivo en Puebla, México; altura media, piel clara, cuerpo esbelto, nalgoncito y me considero adicto al sexo. Hola otra vez. Me llamo Alexis, actualmente tengo veinticinco años, vivo en Puebla, México; altura media, piel clara, cuerpo esbelto, nalgoncito y me considero adicto al sexo. Pues bien, hace un tiempo solía salir con un tipo de nombre Yahir, realmente me gustaba ese chico, era de mi edad, más alto que yo, delgado, un poco afeminado; pero eso último no me importaba pues ya me había imaginado como me lo cogería. Me lo presentaron por simple coincidencia y platicamos bastante de nuestros gustos y demás, previo a decidir que saldríamos a dar una vuelta. Resulta que la tarde en qué quedamos de vernos, al estar esperándolo por eso de las seis de la tarde, me envía un mensaje que tuvo complicaciones para salir, pero que realmente quería verme y conocernos más; me molestó un poco pues sentí que era una grosería que no me avisara antes, pero opté por responder que cuando quisiera ahí iba a estar. De inmediato respondió que había una alternativa, que aún nos podíamos ver ese mismo día, siempre que yo quisiera. Me intrigó su mensaje, por lo que decidí llamarle y me terminó diciendo que podía ir a visitarlo a su casa, que estaban sus papás y su hermano, que platicaríamos en la banqueta mientras comíamos golosinas; no me pareció mala idea pues por la dirección que me había dado me quedaba cerca y se me hizo muy ...
    ... inocente que me invitara a platicar en la banqueta a comer chucherías. En fin, terminé yendo a su casa, al llegar me recibió y nos fuimos directo a la tienda a comprar dulces, sabritas, refrescos y desde luego unos chocolates. Pero al regresar a su casa me dijo que pasara, que estaríamos adentro para estar más cómodos, a lo que yo solo asentí y lo seguí, solo me limité a saludar a sus papás que estaban en la sala y continúe hacia la segunda planta donde estaba la habitación de Yahir. Estando adentro, dejé las cosas sobre una pequeña mesa y de inmediato le cuestioné por qué estábamos ahí, que el plan era totalmente distinto al inicio, a lo que me dijo que si no me sentía a gusto podíamos salir, cosa que evité pues ya había pasado el incomodo momento de saludar a sus papás. Comimos las golosinas mientras platicábamos de nuestras vidas y reíamos, estábamos sentados uno frente al otro en la alfombra, hasta que de la nada y sin ninguna platica o señal que indujera a eso, me beso fuertemente. No me dio tiempo de reaccionar en ese momento, pero al segundo beso que quiso darme, le respondí tomándolo por la nuca y tratando de meter mi lengua lo mas que pude; de una cosa pasamos a otra, nos pusimos de pie y seguimos besándonos y tocándonos, toqué por encima de su pantalón sus nalgas bien paraditas, su pene que estaba muy duro, sus piernas y también su espalda, que por ser delgado, tomaba unas curvas deliciosas; él a mí también me tocó las nalgas, pene, brazos y se enfocaba en mi cintura. ...
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