1. LEO, niño de 8 años


    Fecha: 02/10/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Esto ocurrió en un paseo de fin de año, en el curso de mi hija menor. Había escuchado mucho de un niño llamado Leo, ya que era el mas lindo de su edad en el colegio, mi hija estaba loquita por él y eso que ambos tenía 8 años. Y claro, el niño sí era guapo, bastante parecido a Leonardo Di Caprio, y de hecho se llamaba así por él. Las niñas revoloteaban en torno a él pero, el las rechazaba gentilmente y se apegaba a su madre. Estábamos en unas termas en la montaña y se me antojó ir a sacar fotos a la caima de una colina, le encargué mi hija a la madre de Leo, y éste me rogó que me dejara acompañarlo. Ya que su madre accedió, lo dejé ir conmigo. A la mitad del camino nos detuvimos para descansar en un claro, Leo se sentó encima de mí, presionando su culito sobre mi bulto. Fue muy extraño para mi, sentir el culito de un niño de 8 años presionando mi pedazo, aunque debo confesar que no había diferencia con el de una niña. Leo tenía un culito dotado de glúteos gordos, firmes, bien paraditos, tersos al tacto, con la piel blanca y losana, la hendidura semi abierta me permitía ver su orifico anal, el cual estaba muy limpio y hasta con talco, por lo que no tenía mal olor. Leo refregaba su culito contra mi, hasta que logró producirme una erección. Y, claro está, mis 20 cms de largo mas el grosor se veían imponentes al lado de sus nalguitas por lo que me espabilé y me hizo para atrás hasta pegarme al tronco; sin embargo el chiquillo insistió, y volvió a pegárseme y refregar sus ...
    ... caderitas contra las mías. _”Leo, no hagas eso, los niños no deben frotarse asi contra los hombres”, le dije, al tiempo que lo daba vuelta para que quedara frente mío. _”Pero te gusta … mira como tienes duro el pico … y se siente muy rico además”, me dijo con una sonrisa pícara y sus ojitos color miel chisporrotearon con malicia. El niño sabía muy bien lo que estaba haciendo. Estábamos solos, a mucha distancia de su madre, con el permiso de ésta para ausentarnos dos horas, tenía todo a mi favor … entonces… ¿por qué no? Lo miré directo a sus ojos y agaché un poco la cabeza para ver su reacción, el niño se empinó en sus pies para darme un beso … pero era un beso infantil, tierno e inocente … era el beso de una auténtica puta. Su boca se abrió para recibir mi gruesa lengua, sus labios masajearon amorosamente los míos, su lenguita jugaba con la mía y después revolotearon como mariposas sobre mi labio superior, el sonido de nuestras salivas era tan morboso que hizo que se me acelerara el corazón y se me endureciera al máximo mi pene. No erala primera vez del niño. Sus manitos bajaron inmediatamente hasta mi bulto y empezó a recorrerlo apretando con fuerza, masajeándolo y arañándomelo en el glande por sobre la tela del pantalón, esto último logró hacerme gemir de calentura. Yo no iba a permanecer ocioso. Mis manos bajaron, levantaron su polera y se metieron bajo su traje baño … era el primer culo de niño que agarraba … y se sintió … rico. Suavecito, blando, grande, esponjadito, abierto, … ...
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