1. Fin de semana a solas con papá (2)


    Fecha: 26/07/2018, Categorías: Gays Sexo con Maduras Autor: renovatio111, Fuente: xHamster

    Desayunábamos casi sin pronunciar palabra: yo estaba atento a mis tostadas con mantequilla y mi padre tomaba un café. Podía ser perfectamente un desayuno normal y corriente en la cocina de mi familia, pero no era así: mi padre se hallaba desnudo comiendo frente a mí y yo en calzoncillos, avergonzado, y naufragando en un mar de dudas. ¿Quién iba a pensar que unas vacaciones para mi madre me iban a unir tanto a él? Y lo más irónico de todo, es que yo no buscaba una relación tan íntima con mi padre, sino un poco más de atención por su parte. Desde que le confesé mi homosexualidad mi padre se mostró más frío conmigo. Yo pensé que era algo normal, puesto que mi padre es el típico macho que detesta a los gays aunque diga que los tolera. Le conocía a la perfección. Entonces, si tan machito era ¿por qué lo hicimos ayer por la noche?- O te comes o las tostadas se te enfriarán – sentenció mi padre dándose cuenta de que yo no comía. ¿Tienes pensado hacer algo hoy?- He quedado con mis amigos a las doce para salir a comer fuera -respondí yo como en una letanía. Y mostrando un cierto sentido de responsabilidad hogareña, la propia de una organizada ama de casa, al punto añadí:- No te preocupes, dejaré la comida hecha y tengo dinero para comer por ahí. ¿Y tú, harás algo? -pregunté por cortesía. En realidad no me importaba lo que hiciese mi padre.- Iré un rato a casa de tu tío y comeré allí, así que no te preocupes por la comida.Sobre las once de la mañana decidí alistarme para irme. Con mi ...
    ... ropa bajo el brazo me dirigí al baño para ducharme. Me desnudé, probé el agua antes de meterme y me di una ducha que no destacó por su tranquilidad. Salí, y mientras me secaba, la grave voz de mi padre sonó pidiendo pasar al baño a ducharse. Me coloqué la toalla en la cintura y le dejé pasar. Él se metió en la ducha y yo me afeitaba – no me gustaba tener barba-. La mampara de mi ducha era totalmente transparente, por lo que a través del espejo veía como mi padre se duchaba sin prisas. Verle desnudo otra vez me recordó la noche que pasamos y me ruboricé, aún así no dejé de mirarle: estaba de espaldas hacia mí, mostrándome su pelo mojado cayendo por su espalda no muy peluda, que acababa en un culo robusto y para nada caído. Me arrepentí de no haberlo tocado aquella noche. Ducharse delante de mí nunca le supuso ningún problema a mi padre, pero aquella mañana, cuando por fin se dio la vuelta, inevitablemente posé mis ojos sobre su miembro viril y se me antojó un poco más levantado de lo normal. ¡Oh la polla de mi padre! pensé en medio de un escalofrío. Tuve que hacer un esfuerzo para contenerme mientras me hervía la sangre. Salí del baño atropelladamente y me fui con mis amigos.En una conocida hamburguesería de la ciudad, éramos siete amigos apretujados en una mesa repleta de vasos hechos con parafina, sobrecitos de plástico de color rojo, y de grasientos envases de cartón. La gente charlaba, se contaba sus vivencias y se reía de sus ocurrencias. Yo, sin embargo, era incapaz de ...
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