1. Mi hermanastro y yo (1)


    Fecha: 30/07/2018, Categorías: Incesto Sexo Oral Autor: Misaki-chan, Fuente: CuentoRelatos

    Este relato forma parte de una experiencia vivida al 100% y tendrán algunas partes que poco a poco las estaré subiendo. Esperando de que sea de su agrado. Empezaré presentándome, me llamo Catalina, soy una chica alta de 1.71, delgada con senos medianos y firmes, caderona y con una cola envidiable. Vivo con mi familia, mi padre se había divorciado de mi mamá por sus infidelidades y quedó con mi custodia, años después se casó con ahora mi madrastra con la que me llevo muy bien, ella tiene un hijo de 2 años mayor que yo, Sebastián, él es mucho más alto que yo, es atlético por ende tiene un cuerpo bien definido y es muy guapo diría yo, nunca he sentido ninguna atracción hacia él hasta ese día que les estaré relatando a continuación. Vivíamos en una casa muy moderna de dos pisos y nuestros padres casi no pasaban ahí ya que ellos tenían su propia casa en otra ciudad por trabajo, prácticamente esa casa era solamente de mi hermano y yo por nuestros estudios. Era un sábado muy caluroso por la tarde, iba regresando de una salida con mis amigas, subí las escaleras que conducía a mi habitación, pero antes del mío estaba la habitación de Sebastián, nunca había tenido ningún problema y nos llevábamos muy bien, solo que últimamente lo había sentido raro y me miraba con otros ojos. Había pasado frente al umbral de su puerta y lo vi acostado con solo su bóxer puesto viendo la TV. -¿Qué haces hermanito? Wow, después de todo te has hecho todo un hombre. -La verdad nada, solo acalorado, justo ...
    ... iba a tomarme una ducha. Y tu hermanita tampoco estas nada mal. Al verlo semidesnudo más el calor del día había nublado mi mente, me sentía atraída hacia él, no sabía lo me pasaba, estaba confundida y no quería notarme rara así que traté de lucir lo más calmada posible. -Oh... De acuerdo, ve a ducharte y luego vendré con bocadillos para acompañarte. -Sí, espérame hermanita -dijo entrando al baño, había dejado la puerta entreabierta. Ya en ese punto estaba muy nerviosa, no sabía qué era lo que estaba sintiendo, y es que después de todo Sebastián era un hombre hecho y derecho. Me sentía tan rara que tomé la decisión de espiarlo mientras él se duchaba... Quería verlo, quería ver su espectacular cuerpo, no solo él me veía con otros ojos sino que yo también comencé a verlo de otra manera. Me acerqué a la puerta y lo veía duchándose ya que la puerta corrediza de la ducha era transparente, estaba muy nerviosa, tenía miedo de que me fuera a descubrir hasta que Sebastián me llamó, me asusté muchísimo pensando en que me había descubierto. -Cata, ¿podrías pasarme las cosas que dejé encima de la cama? Se me han olvidado. -Sí, claro Sebas -respondí disimulando que estaba sentada en su cama, estaba muy nerviosa, no sabía cómo reaccionar. Cogí sus cosas y entré torpemente al baño haciendo caer algo y golpeándome. -Hermanita, ¿estás bien? -había salido de la ducha y por el apuro había salido desnudo. -Estoy bien... creo que rompí tu perfume. -No te preocupes por eso hermanita, lo importante es ...
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