1. La casa en la playa 4, 5 y 6


    Fecha: 03/10/2017, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues

    Para entender este relato hay que leer previamente los relatos de la serie "Las vías" (1 a 4) , ya que la serie de relatos que publicaré son la continuación de la historia nacida en esa serie y, por supuesto, los tres primeros capítulos de éste, publicados la semana pasada. Son relatos puramente ficticios, no es una historia real, y están ambientados en la Argentina de la década del 70 y si hay algún término que no entiendan o les resulta grosero, con gusto explico. 4.- Equipo completo. No era tarde aún, apenas las 9 de la noche, cuando, tomados de la mano, Eze y Mati entraron al dormitorio. Eze tenía un buzo Adidas muy amplio, infaltable, y un bermuda de baño, Mati una camisa y un short Qué tipo duro tu primo, che!! -Dejalo, él se lo pierde. Que le vas a hacer Eze, vamos a tener que repetir lo de la costa y me voy a tener que comer tu matracota, espero que los gritos no despierten a mi primo. -Mm, no sé si va a aguantar, pero aunque no venga, con la tuya me vas a hacer súper feliz. Los dos chicos estaban frente a frente, Mati comenzó a meterle las manos por debajo del buzo, acariciándole el pecho. Cuando llegó a los pezones, Eze comenzó a quejarse suavecito, desconcertando a Matías (como?, los hombres también sentimos ahí?), pero, viendo la reacción de su chico, se detuvo en las tetitas y fregó, acarició y apretó pechitos y pezones, para felicidad de Ezequiel. Contento con el éxito, pensó, -por qué no?, - y sacándole el buzo, lo tomó con una mano de la cintura y comenzó a ...
    ... mamarle y mordisquearle despacito los pezoncitos, mientras con la mano , le apretaba la tetilla para darle volumen, haciendo volar a Ezequiel que, entre suaves quejidos, le acariciaba la cabeza y bajaba por su costado hasta su nalga. Mati fue luego subiendo por el cuello, lamiendo despacio, hasta llegar a su boca que lo esperaba entre abierta. El gallego y Javier habían sido una gran escuela, pero lo no aprendido allí se lo iba enseñando su propio deseo y ese afecto tan especial que estaba sintiendo por Eze. Las bocas se unieron intensamente, las lenguas jugaron, entraron y salieron, acariciaron y transmitieron esa fuerza y ese ardor que sólo se sienten en esos intensos besos de amantes que se re-encuentran luego de mucho tiempo. Los labios se apretaron, se abrieron, se cerraron, intentaron engullir por completo la boca del amante. Los brazos recorrían la espalda, la cabeza, las nalgas, las manos pasaban de la caricia a la presión, de la fuerza al mimo, al ritmo que marcaban las lenguas y los labios. La ropa molestaba, así que sin dejar de besarse, Mati se desabrochó la camisa y la arrojó al suelo y luego le bajó el bermuda a Ezequiel, que hizo lo mismo con su short. Debieron parar el beso para desembarazarse del todo de las molestas prendas, pero esto sirvió para que volvieran a verse de frente, esta vez completamente desnudos y con su pene duros y rígidos. Los dos hicieron lo mismo: buscaron el pene de su amigo, lo rodearon con la mano y se franelearon la pija mutuamente, con ...
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