1. Su último capricho


    Fecha: 30/07/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: amanuense, Fuente: xHamster

    ... la mañana siguiente, tal y como habíamos quedado, lo cogí de nuevo y rehice el camino del anochecer anterior hasta llegar a su casa.Llegué pronto, demasiado quizás, pues cuando llamé al timbre, mi tía apareció en bata y zapatillas de andar por casa.-“¿Ya estás aquí? No te esperaba tan temprano”- dijo cómo único saludo.-“Pensé que necesitarías el coche”- contesté yo.-“Todavía no, luego tengo que hacer algunos encargos, pero podías haber venido un poco más tarde. Estaba preparándome el desayuno. ¿Has desayunado?, pero no te quedes ahí, pasa” – dijo mientras que con un gesto de su mano me invitaba a pasar.Yo ya había desayunado, pero como todavía tenía un rato antes de ir a la facultad, acepté pasar. Me hizo sentar en una silla de la cocina mientras ella abría armarios, el frigorífico y por fin el pitido del microondas indicaba que su café estaba caliente. Se sentó frente a mí mientras le daba un primer sorbo al humeante café.-“Por las mañanas sólo dos cosas pueden acabar de despertarme: un café bien cargado o un buen polvo, pero como ahora estoy solita…me tengo que conformar con el café”- dijo riendo al tiempo que volvía a beber de la taza.Yo no soy de esos que se escandalizan por hablar de sexo, pero si que estaba sorprendido pues no era la clase de conversación que uno espera mantener con su tía, y menos a las 8 de la mañana.-“Por cierto, ¿qué tal el coche, te gustó?- dijo al terminar el sorbo de café.-“Genial. Ayer lo puse a 200 casi sin apretar”- respondí yo con una ...
    ... mezcla de orgullo y vergüenza.-“Tienes que tener cuidado. Esta clase de coches son como las mujeres calientes. Cuando nos descontrolamos, es imposible pararnos”- replicó guiñándome un ojo y riendo y volviendo a los mismos derroteros de antes.Yo me quedé callado, puede que incluso me pusiera colorado. Ella apuró el café, dejo la taza en la fregadera y continuó diciendo: “si me esperas, te acerco a la universidad. Ahora me voy a arreglar un poquito que tengo que estar hecha un adefesio”-“¡Que va, tía, estás guapísima!”- le dije yo.-“Que zalamero eres. Cómo me sigas dedicando piropos voy a tener que dejarte el coche todas las semanas”- la oí decir mientras desaparecía de mi vista por un pasillo.Tal vez hubiese sido un cumplido, pero mi único ánimo era el de resultar agradable. Además, era verdad. Con la cara lavada y sin arreglar quizás se le notaran más los años, pero aun así seguía resultando atractiva. Mientras ella se preparaba, yo seguía pensando. La verdad es que no sabía la edad de mi tía, pero sí la de mi tío, y aunque ella tuviera unos años menos que él, debía estar más cerca de los 50 que de los 40, y sin embargo no aparentaba más de 35. Con sus ropas caras, sus cremas y perfumes, era una mujer de lo más sofisticada y elegante.-“Javier, puedes venir un segundo”- oí su voz sacándome de mis pensamientos.-“Si, claro, tía”- le respondí incorporándome.-“No me llames así, me hace sentir mayor, llámame Marta”- dijo.Su voz me servía para saber donde estaba, pues yo no conocía esa ...
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