1. Fiebre del sabado noche


    Fecha: 01/08/2018, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... arrastró a la pista de baile y le enseñó unos cuantos pasos de cha cha cha. Silvia lo estaba pasando muy bien, mientras Nacho y yo tomábamos unas copas charlando sobre todo de cosas del trabajo. Al final acabamos los cuatro en la pista de baile moviéndonos al ritmo de la música. Los movimientos de Amparo al bailar era lo más excitante que había visto nunca y la verdad es que me llegó a poner caliente. Al rato pusieron música lenta y bailamos una canción cada uno con su pareja y a la siguiente canción nos cambiamos de pareja. A mí se me puso la polla dura como una piedra, pero por otra parte intentando evitar que Amparo se diera cuenta. Además ella tampoco hizo ningún gesto ni movimiento provocativo conmigo. Aunque sí que me fijé en Nacho que se arrimaba demasiado a mi mujer, pero ella no hacía ningún gesto de desagrado ni por el contrario provocaba a Nacho. Al fin y al cabo tampoco éramos viejos conocidos. Estábamos ya cansados de bailar cuando avisaron que iban a cerrar la discoteca. Nos levantamos los cuatro y nos fuimos a la puerta para despedirnos y marcharnos a casa, pero Silvia dijo que si les apetecía tomar la última copa en casa, ya que vivíamos cerca de allí. Les pareció buena idea y cogimos los coches. Les dijimos que nos siguieran hasta casa. Durante el corto trayecto que duró el viaje, noté como Silvia estaba excitada, pues me metía mano entre broma y broma. Me comentó lo guapos que eran tanto Amparo como Nacho y lo bueno que estaba Nacho. Yo pensé que cuando ...
    ... se marcharan de casa echaríamos el mejor polvo de los últimos meses pues los dos estábamos muy calientes. Al llegar a casa, Silvia sirvió unas copas, que añadidas a las que habíamos tomado en la discoteca, nos ponía en un puntito muy peligroso. Estuvimos charlando un buen rato, y como siempre pasa, acabamos hablando de sexo y esto subió aún más la temperatura ambiental. De pronto saltó Nacho entre risas y risas y preguntó si no teníamos alguna peli porno para ver. Le dije que había grabado una de la tele y la puse. Empezamos a ver la película, que trataba de intercambios de parejas, entre comentarios divertidos y jocosos. Estábamos sentados en los sofás del salón a media luz. Cada vez los comentarios iban siendo menos jocosos hasta que al final cesaron. El ambiente se había caldeado a tope y mirábamos la pantalla los cuatro con verdadero interés. Observé en un momento determinado como Nacho le estaba metiendo mano a Amparo en las tetas por encima de la blusa y que Silvia los estaba mirando. Al darse cuenta mi mujer que yo la miraba, me lanzó una mirada provocadora y se acercó a mí para que hiciera lo mismo que estaba haciendo Nacho. Así lo hice. Aquello estaba provocando un morbo ambiental increíble, morbo que crecería poco a poco. Nacho y Amparo nos miraron y vieron que hacíamos lo mismo que ellos y se desencadenó la noche de sexo compartido más alucinante que recuerdo. Amparo se lanzó desenfrenadamente sobre Nacho y le sacó la polla del pantalón para metérsela en la boca y ...
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