1. Me gusta mamarla


    Fecha: 02/08/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... dentro, sentí unas arcadas, la sacó un poco y me la volvió a meter, sólo un trozo y así fue haciendo hasta que me entraba y salía con total libertad. A ratos una a ratos otra, acariciándoles los testículos peludos y grandes, repletos de líquido, que iban a darme. Empecé a lamer con fricción, se la agarraba con las dos manos y le masturbaba mientras me metía en la boca el capullo. Javier me la metía sin miramientos en la boca, moviéndose como si me estuviese follando y así estuvimos un largo rato, hasta que llegado el punto de eyacular, me pidieron hacerlo en mi boca, yo estaba muy caliente, me sentía muy humillado allí ante ellos, pero no pude negarme, me excitaba pensar en todo lo que estaba sucediendo. Fue Javier el primero en hacerlo, me la metía y sacaba muchas veces, me decía cosas, que si era un buen mamón y que se notaba que me encantaba mamar vergas, a cada palabra yo estaba más entregado y más caliente, Pedro animaba, - vamos, mamona, que eres una mamona, sigue así - te vamos a llenar de leche esa boca de putita que tienes. - Sí, que bien, dármela toda, quiero sentirla. Así hasta que Javier no pudo más me pidió que ...
    ... abriese la boca, y que sacase la lengua, y empezó a soltar unos chorros de líquido pastoso que se me pegó en la garganta, tragaba y tragaba sin cesar, pero era imposible, demasiado líquido, y hasta un poco me chorreó por la barbilla, pero mi lengua lo iba recogiendo todo, hasta que terminó, seguí mamándosela hasta queme pidió que parase que ya la tenía seca. A todo esto pedro, que se estaba masturbando y ya también a punto, me la puso en la boca y se la mamé con fuerza durante unos instantes hasta que explotó y me empezó a llenar con tanta leche como Javier, con unos gotarrones que me quemaban pero que no podía parar de beber. Terminamos exhaustos, yo de rodillas y ellos con sus pollones ya flácidos a la altura de mi cara, me dijeron que nunca se la habían chupado así, y que se notaba que me gustaba hacerlo. Antes de levantarme, les pedía que me dejaran masturbarme, y que quería hacerlo con esas pollas en mi boca y así lo hicimos, me corrí abundantemente, pero nada que ver con ellos. Desde ese día nos vemos casi a diario, e incluso han traído algún otro amigo, me he convertido en su mamona particular, pero disfruto y me encanta hacerlo. 
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