1. Mi sobrina Florencia se hizo adicta al sexo total


    Fecha: 13/08/2018, Categorías: Anal Sexo Duro Tabú Autor: pepitito, Fuente: xHamster

    Los encuentros amorosos con mi sobrina Florencia. Fueron frecuentes. Nos encontrábamos una o dos veces por mes. Lo hacíamos así, para evitar caer en la rutina acostumbrándonos al sexo y perdiera encanto nuestra relación. Además lo hacíamos para minimizar el riesgo de que algún conocido nos viera.Las citas eran programadas con unos días de anticipación para acomodar los horarios y buscar excusas, esto de mi parte. Por eso me sorprendió un llamado que me hizo Florencia. Después de los saludos de rigor, me dijo…Tío necesito que nos veamos hoy mismo…Pero que pasa Flor?...Nada para preocuparse pero necesito estar contigo y que llenes de cariño, si no tienes problemas te espero esta tarde a las 18 en mi departamento, dale?...Bueno, arreglo mis asuntos y allí estaré.Como un soldado, a esa hora estaba llamando a la puerta de Florencia con el consabido cava. Abrió la puerta y colgándose de mi cuello me recibió con un beso largo y profundo. Me tomó de la mano y nos tiramos en un sofá para abrazarnos y seguir con la sesión de besos donde nuestras lenguas se cansaron de jugar entre ellas. Cuando por fin nos separamos del abrazo pudimos cambiar unas palabras• Flor, que pasa que me llamaste con tan poca anticipación?• Mira tío, desde anoche que vi por televisión una película en donde justamente se desarrollaba un romance entre una sobrina y su tío, me agarraron unas ganas locas de tenerte junto a mí y que me hicieras el amor. Quede supremamente caliente, por eso te llamé. No te ...
    ... m*****ó, verdad?• Para nada querida, sabes que estar contigo es lo mejor que me puede pasar. Cuando te tengo en mis brazos, me siento en el paraíso.• Gracias tío, yo sabía que podía contar contigo Espera un minuto que ya regresoSe levantó y salió para regresar con un cachetero negro de encaje en sus manos.• Toma, me lo acabo de sacar, todavía tiene mojada la parte que roza mi conchita, que por cierto, con la calentura que llevo, está muy mojada. Como sé que a ti te gusta olerlas, te la doy para que disfrutes.Florencia sabía, porque se lo había contado, que mi debilidad o vicio, como quieran llamarlo, de oler bragas era algo que me ponía en estado de revolución. Y era eso lo que se proponía. Tomé la prenda y me la llevé a mis narices para aspirar profundo y engolosinarme con ese perfume. No conforme con esas profundas aspiraciones, sintiéndola muy mojada, pasé mi lengua para chuparla. No encuentro las palabras para definir el olor y sabor de esos jugos, solo puedo decirles que para mí saben a gloria y me exacerban la libido.Estuve un largo rato en eso, y como era previsible me enloquecí de pasión. La tomé a Flor del brazo y la dejé caer en el sofá, para empezar a besarla con furia. Le comí la boca, sus mejillas, el cuello, las orejas y sus lóbulos, le levanté el sweater que llevaba puesto y como no llevaba sostén, me di de lleno a comer sus senos. La locura desatada me llevó a chupar una y otra vez cada una de esas tetitas erguidas y encarnizarme con sus pezones como si buscara ...
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