1. Maduras Anónimas (Cap. 07.5)


    Fecha: 16/08/2018, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Autor: Incest_Lover, Fuente: CuentoRelatos

    ... consolador en la boca imagine que era su polla la que degustaba sin reparos. Me la metía lo más que podía a la boca para luego sacarla y lamerla, desde la cabeza hasta los huevos. Primero empecé con movientes lentos mientras frotaba mi clítoris para darme más placer, mientras fantaseaba situaciones sexuales con el amigo de mi hijo. Lo imagine seduciéndome mientras nos encontrábamos solos, besándome con pasión y haciéndome estremecer de placer. Que rico seria sentir su lengua comiéndome las tetas y sus dedos dentro de mi coño. Luego lo imagine desnudándose y mostrándome su polla dura como piedra y ofreciéndomela para chuparla. Pensé en cómo podía ser la verga de Alex. Seguramente grande y gorda, con una hinchada cabeza morada, con un par de lindos testículos colgando como la de David. De repente el rostro del muchacho cambio en mi mente y ahora era la polla de mi hijo la que estaba chupando Su polla era primera que había visto en vivo en mucho tiempo aquella ocasión en la playa y se me había quedado grabada en la mente. Al recordarla sentí como me humedecía aún más de lo que creía posible. En lugar de detenerme aquello solo me calentó más y sacándome el juguete de la boca lo lleve hasta mi peluda concha y lo frote por mi entrada húmeda. Lo introduje lentamente simulando que mi hijo me penetraba con suavidad. Sin darme cuenta mis gemidos eran cada vez mayores pero no repare en ello. En esos momentos solo me importaba el placer que sentía y tampoco me importaba el hecho que ...
    ... estaba fantaseando con mi hijo. Todas aquellas parejas incestuosas de madre e hijo que había visto estaban apareciendo en mi mente pero ahora los protagonistas éramos mi hijo y yo. Eso me hizo introducir el consolador con más intensidad mientras fingía que era la verga de mi hijo que me penetraba. Tenía que detenerme, aquello no estaba bien, no podía estar imaginándome haciendo esas cosas con mi propio hijo. Tenía que parar pero lo único que podía hacer era masturbarme con más fuerza mientras fingía que mi hijo me penetraba con su dura verga en lugar de un pedazo de plástico. De un solo movimiento saque todo el juguete de mi interior para luego enterrármelo hasta el fondo, solté un enorme gemido de placer y acabe corriéndome lanzado mis jugos con fuerza por la cama. Al recuperarme de mi orgasmo y abrir los ojos me di cuenta que había sido tanta mi prisa por darme placer que olvide cerrar la puerta de mi habitación con seguro como las otras veces. Me puse una bata y salí esperando que mi hijo no hubiera llegado aún. Me dirigí a su habitación y la encontré cerrada lo que demostraba que ya había llegado, esperaba que no me hubiera visto en tal situación. Regrese a mi cuarto y me sentí culpable por todo lo que había sucedió, apague la computadora y limpie todo el desorden que había hecho. ¿Qué me estaba pasando? Una madre no puede tener esa clase de pensamientos hacia su hijo. Había algo mal en mí, algo muy malo. Pero eso significaba que también había algo malo en todas aquellas ...
«1234...8»