1. La cena (Segunda parte)


    Fecha: 18/08/2018, Categorías: Microrelatos, Erotismo y Amor Autor: Okrey, Fuente: CuentoRelatos

    Me acercas la botella de vino, y extiendo mi mano, que sostiene la copa, mi mirada fija en tus ojos, brillantes de color marrón, penetrantes y llenos de deseos apasionados, me hacen bajar la mirada, llegando a tu escote, que no es muy extrovertido, deja que la imaginación fluya. Todo esto en una fracción de un minuto, mi deseo por tenerte en la cama se nubla, al momento de que uno de los invitados me habla esperando una respuesta, volviendo a la realidad y disfrutando de la velada junto a los amigos. La cena se vuelve cada vez más interesante, las copas de vino, champagne y cervezas van acalorando nuestros cuerpos y mentes, la hora pasa rápido, ya son las 23:30 y ambos sabemos que va a ocurrir con unas copas más, nuestras manos se entrelazan bajo la mesa, una de las mías busca tu muslo para tocarlo firme y apretarlo un poco, mientras que la otra bebo el último sorbo de mi copa, me miras, con mirada cómplice, tu mano pasa desde mi rodilla, acariciando mi muslo, y pasando suavemente por mi pene, para darle un pequeño agarrón, y ponerte de pie al instante, te acomodas el vestido, y caminas a la cocina, yo quedo conversando con la pareja de amigos que, sentados frente a nosotros, conversábamos alegremente. Cuando sales de la cocina, con una botella de vino más, nuestros invitados nos advierten que se tiene que ir, ...
    ... hacemos una objeción y en un movimiento hábil de tu parte llega a mis manos tu pantaleta, la misma que vi desde mi puesto cuando te agachabas, la tomo y vuelvo a meterme en mi mundo, sintiendo la humedad que dejaste en ella, dándome cuenta del efecto del vino que produjo en ti, y dejándome en claro que esta noche algo iba a suceder. Un golpe en la espalda me despierta de mi sueño, el cual me dejaba con una semi erección dentro del pantalón. Guardando hábilmente tu pantaleta Nos despedimos alegremente de nuestros invitados, que al igual que nosotros, se hacía notar el alcohol en el cuerpo junto a una excitación que claramente nos llevaría al mismo lugar esperado. Cierro la puerta de entrada, me doy media vuelta camino donde te encontrabas tú, y solo veo tirado en el piso tu vestido negro, los zapatos y tu brasier que dejan un camino directo a la habitación, con una suave y tenue luz, puedo ver que estás sentada sobre la cama, con las piernas levemente abiertas, una extendida y la otra flexionada, tu mano derecha toca firme un pezón y la otra sostiene la botella de vino abierta entre tus piernas. Tu mirada provocadora me invita a acecharte, mientras me desvisto, nuestras miradas no dejan de hacer contacto, llego a la cama ya desnudo, tomas la botella y bebes de ella, para luego besarme y quedar entre tus piernas... 
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