1. aprendiendo...II parte


    Fecha: 20/08/2018, Categorías: Dominación Autor: amaia, Fuente: SexoSinTabues

    Me hizo pararme en el banco, y que me sujetara de la reja, dejando mi vagina y culo expuestos, el solo saboreaba mis jugos, y metía su lengua y dedos en mis huecos, yo chorreaba, mis piernas temblaban, seguramente alguien desde su ventana o balcón nos estaba viendo, mis senos se tambaleaban, mis gemidos hacían eco. Había pasado un poco más de una hora desde que mi amante se fue, y yo empezaba a aburrirme, así que decidí recorrer aquel apartamento, la sala era un poco fría, sin fotos ni nada muy personal, un gran televisor y algunos discos, muebles de diseño, eran costosos, de lo poco que sabía de la vida personal de mi ahora “Amo”, era que se había divorciado hace unos años y que tenía una empresa de diseño de cocinas, cosa que se evidenciaba, pues en comparación con el resto del piso, la cocina era todo un espectáculo. Me asome temerosa a la terraza, aun paseaba desnuda y tenía frio, pero al sentir un poco el sol que se dejaba colar por el ventanal me arriesgue y salí por completo a que me calentara un poco, cosa que funciono de maravilla, porque al poco tiempo ya no tenía tanto frio, me llamo la atención que habían muchas plantas y flores, la terraza era mucho más acogedora que todo el apartamento como tal. Algo me decía que no era un hombre básico, aunque ya lo sospechaba, nunca fue explícito en el sexo en línea, al decir verdad le interesaba más saber detalles de mi día, y particularmente como manejaba mi tiempo, mis gustos, mis temores, mis deseos, yo siempre me sentí ...
    ... halagada por despertar el interés de un hombre como el, pero sobre todo por saber que era genuino conmigo, o así me parecía. Me había entregado a su juego mental sin darme cuenta, accedí a su encuentro, permití que me poseyera a su voluntad, y ahora estaba desnuda en la terraza de un extraño esperando con ansias su llegada. Ya por mi cabeza no había hora de regreso, solo deseo. Sentí la puerta abrirse, y era el, hizo un gesto con su dedo en la boca, y luego una seña, no quería que me moviera de donde estaba y tampoco que preguntara nada, se quitó la ropa y se acercó a mí, sin tocarnos, muy cerca, luego me beso, lo que no había hecho nunca, mientras separaba mis pies con su pierna y con sus dedos tocaba mi clítoris, sus besos que en un principio eran suaves, se fueron tornando rudos, y fuertes, igual el vaivén de su mano jugando con mi sexo, yo quería devolver un poco de esa energía, pero no quería desobedecer su orden, o insultarlo haciendo algo que él no deseara, así que solo me deje llevar. Soy una mujer robusta, de pechos grandes y un culo enorme, eso en parte le gustaba a él, ya me lo había comentado en varias ocasiones, mientras seguía sus “caricias” y besos me había estado empujando hacia la baranda de la terraza, en donde había un banco y un lugar para sentarse y tener una inmejorable vista de la ciudad. Me hizo pararme en el banco, y que me sujetara de la reja, dejando mi vagina y culo expuestos, el solo saboreaba mis jugos, y metía su lengua y dedos en mis huecos, yo ...
«123»