1. Profesora con perro


    Fecha: 23/08/2018, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Os voy a narrar una historia que me sucedió hace algunos años con una amiga. Un día, nos encontrábamos en casa de un amigo para cenar, varias personas de mi reunión, éramos unos doce, algunos emparejados y otros solos, estuvimos comiendo, y después nos fuimos al salón, donde estuvimos tomándonos unas copas y charlando. La conversación fue de muchas cosas, pero llegó un momento en la noche que salió no sé como muy bien el tema del sexo con animales, todos lo veían raro, cosas de desesperados o degenerados, así que el tema duró lo justo, y se cambió a otras cosas. De esta forma terminó la reunión y nos fuimos para casa. Por el camino y mientras acompañaba a mi novia en aquellos momentos, Esther, me dijo algo de lo que no salía del asombro, me comentó que Lupe, una amiga nuestra muy intima de mi novia, mientras ellas dos estaban en la cocina recogiendo un poco, le había preguntado si había tenido relaciones sexuales con animales, a lo que ella le respondió que sí, que a veces las tuvo con su perro Rocky, y tras esto Lupe sin mucha cara de asombro, le dijo que ella sentía curiosidad por eso, y Esther sin ruborizarse la invitó a que fuera un fin de semana de los que se quedaba sola en casa para probarlo, y Lupe le contestó que ya vería. Esta conversación me dejó flipando, me acababa de enterar de que Esther había tenido relaciones zoofilicas y de que Lupe sentía curiosidad por tenerlas. Al otro fin de semana, nos quedamos Esther y yo en su casa, los padres se habían ido al ...
    ... campo como de costumbre, estábamos almorzando, y llamaron a la puerta, era Lupe, venía con unos vaqueros azules gastados, y una camiseta blanca que dejaba imaginar sus tetas redondas perfectamente, llevaba su pelo moreno cogido con una coleta, la verdad que venía espectacular, aunque no era una mujer despampanante, ese día lucía muy bien sus 170 cm y sus apenas 60 kilos. Terminamos de comer y nos fuimos al salón, Esther le dijo a Lupe que si venía por lo del perro, ella se cortó, sobre todo al verme a mí, y Esther nuevamente le dijo a Lupe que se tranquilizara, que yo no iba a hacer nada, que iba a ser cosa de las dos. Esther metió al perro en casa, y este, un magnifico pastor alemán, se echó en el suelo, mi novia lo acarició un poco, e invitó a Lupe que lo hiciera, cuando esta lo hacía, Esther se fue a su cuarto diciendo que se iba a poner cómoda. Allí estábamos, el perro en el suelo, Lupe acariciándolo, y yo sentado en el sofá del salón, sin salir de mí asombró por la naturalidad que Esther tomaba la cosa, pasando incluso de mi presencia. Al rato ella salió en una bata transparente, sin nada abajo, su cuerpo se apreciaba fácilmente, su coñito rasurado, y sus senos duros, lucía su cabellera castaña al aire, medía sobre 174, pesaría alrededor de 60. Esther le preguntó a Lupe por lo que le parecía el perro, ella dijo que era hermoso, y mi novia se dirigió a la cocina. Al regresar ella tenía un frasco de mermelada y me preguntó mirando a Lupe por lo que yo iba a hacer, si irme o ...
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