1. Primera vez con un maduro


    Fecha: 05/10/2017, Categorías: Gays Autor: matialejo, Fuente: SexoSinTabues

    Guille tenía veinte años mas que yo y era un macho experto sexual Chateamos varias veces, asegurando que no habría desilusión al momento de conocernos. Acordamos las tres de la tarde, estar en la vereda de una cafetería, cita que acudí puntual. La espera no fue larga, al minuto de llegar y distraer mi atención en el brillo de la vereda, alguien pregunta si era Matias, al levantar la vista, pude observarlo, casi tartamudeando contesté afirmativamente. -¡Soy Guille!. ¡Que alegría verte!. - Dijo, mientras estrechamos las derechas, y sin soltarlas tira hacia él, dándome un beso en la mejilla porque giré la cabeza, sino claramente la intención era en la boca, pero en la calle me dió vergüenza. -¡Desde la otra esquina venía mirándote! Te pintaste tal cual sos, a una cuadra ya te reconocí. !- En coincidencia, él, era igual a lo que me había dicho: 55 años, ojos celestes, pelo corto, canoso, 85 kgs, altura 1. 75, bastante proporcionado, una tonalidad de voz agradable. Tomamos un café mientras nos íbamos contando sobre nuestras vidas. Parecía que eramos viejos amigos, nos caímos bien de primer momento. Luego propone ir a su casa situada a dos cuadras y en camino compramos unas cervezas y unas papas fritas. Su hogar era un antiguo caserón, reciclado a nuevo, tenía unos ventanales y puertas altas, al cruzarías, ingresamos a un pasillo de recepción oscuro. Lo espero que cierre la puerta y prenda la luz pero de repente sin darme cuenta que había cerrado me abalanza contra una pared no ...
    ... pudiendo reaccionar, comenzó a besarme, no puse resistencia alguna, al fin y al cabo quería estar con él. Lo abracé, acaricié su rostro, orejas, hombros, acción que imitó pero no tardó mucho en dirigir las manos directas a mi cola, uniendo aún mas nuestros cuerpos y haciendo notar la dureza de su miembro al rozarmelo aun vestidos, mientras labios y lenguas se fundían . Jamás había estado con alguien veinte años mayor, me hizo sentir cómodo, encima muy excitado, aparte no teníamos que hacer nada ese día, ni el siguiente, teniendo todo el tiempo a disposición. Habremos estado quince minutos entre manoseos, apoyadas y besos. En principio creí que él quería tener sexo en ese lugar, entonces le quité la remera siendo correspondido con lo mismo. Al hacerlo, Guille coloca mis manos a la espalda pidiendo que no las moviera y comienza a chupar, apretar mis pechos, ocupándose mucho en cada uno. A su vez aun con los pantalones puestos, pero desabrochados, metía una mano en mi trasero acariciando la raja de un extremo a otro hundiendo en el ano, la primer falange de un dedo en el momento que le daba pequeños mordiscos a los pezones. Me hizo gemir, mientras decía que así y mucho mas gozaríamos toda la noche. Empecé a transpirar, provocó una sensación de entrega total a esa persona que me estaba transportando a un nivel de éxtasis nunca probado. Quise devolverle ese sentimiento pero no me dejó, seguido de agarrarme de una mano y mostrarme la casa. Tenía un jardín de invierno desde donde se ...
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