1. El ayer fue de mi prima, el presente es de mi sobrina


    Fecha: 23/08/2018, Categorías: Incesto Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    Desde que nos conocimos con mi prima Roxana hace más de 3 décadas, desde entonces hemos tenido una buena relación. Una relación tan buena que en el mes que estuvo de visita junto a su padre, ella con 18 años, nos hemos envuelto en un maratón de relaciones sexuales que nos han mantenido siempre en contacto. Incluso fui a darle su despedida de soltera cuando se casó a los 25 y tiempo después, ya cuando sus hijos llegaban alrededor de sus 5 y 7 años, reanudamos nuestros encuentros clandestinos camuflados en una variedad de excusas, pues debo decir que Roxana, estas décadas le han sentado bien y creo que su única operación estética han sido sus sólidos exquisitos melones al cual les dio una copa de un 42D, de lo demás, siempre tiene ese tremendo culo bien sólido y un rostro juvenil. Por lo que sé, me busca a mí para salir de su rutina, pues según ella misma me cuenta, no tiene quejas de la virilidad de su marido, más que de vez en cuando se le antoja algo diferente y viene a coger conmigo. Tiene dos hijas, una quien lleva su nombre y la otra de nombre Jacqueline, y es esta última es quien más se parece a ella, que viendo las fotos de mi prima cuando tenía esa edad de los 21, su hija es un clon de cómo era Roxana a esa edad. En esa ocasión les visitaba pues la prima me hacía participe de la boda de la hija mayor, así que me incorporé a los festejos cuatro días antes, pues también era el padrino del salón de los novios y debería participar en los ensayos del protocolo. Creo que ...
    ... mi prima me tiene mucho cariño y en su casa mi nombre de alguna manera es idealizado. Como mis visitas han sido frecuentes, pues por los menos las visito o me visitan una vez al año, he visto a las dos sobrinas crecer y a quienes les he dado los juguetes que ellas me han pedido e inclusive a Roxana, la hija mayor y quien en esa ocasión se casaba, yo le pagué los estudios de su universidad como un regalo a sus excelentes calificaciones. Así que llegar a su casa, era como estar en la mía y podía sentir ese esfuerzo en común que todos, inclusive el marido de mi prima, para ofrecerme lo mejor que tenían. Por tanto la relación con las sobrinas era muy cercana, que llegaron a los 16 y todavía se sentaban en mis piernas, pero obvio, fueron más lejanas a medida que crecían y pasaron los años. Pero la que siempre fue muy melosa conmigo fue la menor Jacqueline, e incluso a esta edad de los 21, se acostaba en el sillón cuando yo estaba sentado y me ponía su cabeza sobre mis piernas para que hiciera “piojitos”, (masajes a su cabeza). Fue en esa visita donde descubrí que la pequeña Jacqueline tenía un sentimiento más allá de lo que su idealizado tío creía. La miraba linda y me recordaba cuando me cogí por primera vez a su mamá, pero quizá por haberla visto crecer y haberla mimado como a una chiquilla, el instinto animal nunca se había activado, aun cuando la miraba en sus reducidos bikinis cuando nadaba en la piscina. Aquella tarde creí haberla sorprendido espiándome cuando tomaba el baño ...
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