1. Una historia maravillosa


    Fecha: 23/08/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    UNA HISTORIA MARAVILLOSA Recientemente he cambiado de trabajo. Mi encuentro con ella en la maquina de café del pasillo de la oficina fue uno de los encuentros mas agradables desde hacia meses. Ella tenia algunos años menos que yo, había sido alumna mía hacia un tiempo y no nos habíamos visto desde entonces, ahora trabajaba en una oficina en el mismo edificio en el que se encuentra la mía y, claro, compartimos la zona de descanso. Ella era guapísima, lo mejor: sus ojos grandes y marrones que te miraban con un algo que no sé describir que hacia que no te pudieras despegar de su conversación. Tenía un cuerpo de escándalo, era alta y sabía vestirse bien. Su media melena castaña y su sonrisa juguetona completaban la visión de una diosa. Lógicamente, mi relación con ella era únicamente de antiguos conocidos y amigos, hablábamos de cosas intrascendentes, de trabajo, de nuestras respectivas parejas e hijos. Ella era divertida y desenfadada. Yo procuraba coincidir a tomar café con ella controlando los horarios, uno de esos días intercambiamos lo emails. Los emails sirvieron para el comienzo de una serie de envíos y reenvíos de las múltiples tontadillas graciosas que circulan por Internet, una de ellas eran unos animalitos en posturas graciosas y, al enviarlo, puse un el asunto: “para que aprendas nuevas posturas” Ella contesto que debía tener cara de panoli porque mucha gente le enviaba mensajes como esos. Yo le contesté: -de panoli nada, estos emails te los mandamos los que queremos ...
    ... hacerte proposiciones deshonestas y no sabemos como empezar (jeje). Ella me contesto con un mensaje gracioso y largo de su propia cosecha. Yo le contesté: -¿te has fijado que no fumar (estaba intentando dejar de fumar) estimula tu creatividad? si lo aplicas a mas cosas, los resultados pueden ser sorprendentes. no te cortes... me contestó -Eso lo dices porque no me conoces en otros ambientes.....Esos resultados sí que serían sorprendentes. -yo creo que no hay nada que me guste mas que sorprenderme.... -¿te sorprendes habitualmente? -cada vez menos...¿y tu? En ese momento me llamaron por teléfono y justo, nada mas colgar, recibí la visita de unos clientes que me entretuvieron casi una hora. Al final se fueron y regresé al ordenador. Su respuesta era: -Voy en tu mismo barco... No sé que me pasó en ese momento, me dio un vuelco el corazón,… que estaba haciendo!... estaba flirteando, pero yo estaba felizmente casado. Aquello estaba tomando un rumbo inequívoco y todavía podía corregirlo. Estuve pensando unos minutos y, la verdad, pesaban de forma poderosa la imagen de ella sonriéndome y la idea de que sólo se vive una vez y hay cosas que, creo que valen la pena. Había comprado una bolsa de caramelos para tener en la oficina, le dije: -deberíamos hacer algo para sorprendernos...A un cigarro no... pero te puedo invitar a inaugurar mi bolsa de caramelos. Ella vino a mi oficina estuvimos hablando un rato pero ninguno de los dos se atrevió a dar ningún paso mas, pocos minutos mas tarde ...
«1234...»