1. Fue una noche de esas.


    Fecha: 24/08/2018, Categorías: Erotismo y amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Recien cumpli treintaicinco as de edad y he venido durmiendo sola por un periodo de tres años que ya me esta cansando. No les niego, pero padezco de unas ganas de coger que ustedes no se imaginan. Mi esposo me da, pero quiero mas y mas para conciliar mi sueño y poder dormir como una bebe. Todas las noche tengo que salir a botar la basura porque odio tener basura dentro de la casa. Siempre salgo cuando mi esposo se marcha hacia su trabajo. A vees me coje, pero como él esta presto a su trabajo y teme desvelarse me coje a las carreras que me deja con todas las ganas de cojer. No es justo porque a veces en medio de ese silencio de la noche escuho a mi vecina que se la cojen con ganas que termino metiendome el dedo en la alcoba de mi apartamento. Una noche que cerraba el partamento para bajar a botar la basura me encontre con el vecino del lado que subia y me preguntaba. Al dares cuenta me ofrecia acompañarme para botar la basura en el sotano del edificio. Desde ese vez mi mente comenzo a pensar papadas con el vecino. Estudie su hora de llegada a casa para que Don Genaro me acompañara al sotano. ...
    ... Conocia a la esposa de Don Genaro, pero ella creo que ya estaba en su cama esperando por él. Estudie a Don Genaro para ir mas alla de los limites y poder cojer con él. Y una noche que mi marido me cogia no lograba hacerme correr porque decia que queria estar descansado y poder trabajar. Mas tarde yo estaba con Don Genaro dentro del sotano...un sotano con la luz apagada y ahi commence yo a dar señas a Don Genaro para ver si rrespondia. Estando de pie comenzamos a darnos abrazos hasta quedar en claro de lo que yo queria. Comnezo a tocarme y se daba cuenta que no lllevaba calzon. Don Genaro se emociono al haber tocado ahi en medio de mi piernas y me quede esperando mientras se sacaba su berga para metermela. Abri las piernas y me sostenia de sus hombros y sentia como me la metian para cogerme. Estaba incomodo, pero él me estaba dando a como yo queria. A veces parecia cansasrse, pero no, me la seguia dando sin yo perder tiempo y me hacía correr. Luego el me daba su leche. Salimos del sotano y cada quien para su casa. Todavia sucede que podria decir que Don Genaro es mi otro hombre cuando la noche duerme. 
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