1. La violación de Emilia


    Fecha: 25/08/2018, Categorías: No Consentido Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    ... cuerpo no le obedecía. “n…” alcanza apenas a pronunciar esa consonante sin poder terminar de negarse, porque el otro hombre le vuelve a meter la verga en la boca. Ella no podría chuparla como él quisiera, y tampoco tiene energías para morderla como ella misma lo desea, por lo que el tipo mete y saca su miembro, como si en vez de estar recibiendo una mamada, se la estuviese cogiendo por la boca. El hombre que le chupa el clítoris interrumpe su obscena tarea, la agarra de las piernas y se las flexiona. Ella siente cómo su cuerpo se mueve como si fuese un mueble que esos hombres estuviesen llevando de un lado a otro. Y luego siente el falo duro que se introduce en su sexo, sin preámbulos ni contemplaciones, haciendo que su torso se hunda sobre el colchón y sus piernas se abran aún más. Entonces comienza una cadencia de estocadas y sonidos que sólo se escuchan durante el sexo. Tanto en su boca como en su vagina, los tipos entran y salen sin cesar. A Emilia le resulta imposible determinar hace cuanto se la están cogiendo, pero le da la impresión de que son horas y horas. Aun estando drogada (como suponía que estaba), su sexo, a diferencia del resto del cuerpo no es inmune al tacto de los extraños. Por el contrario, lejos de coincidir con su propia voluntad, las continuas penetraciones la estimulan de tal manera que ya está disfrutando de la vejación. Hasta larga gemidos, que la avergüenzan e indignan. “aaaahhh”, grita ...
    ... cuando se la meten con más fuerza. Los violadores, felices de escuchar a la hembra gozar, están tan calientes que ya no pueden contener la eyaculación. Emilia siente el líquido caliente y pegajoso que salta a chorros hasta dar con su cara, y al poco tiempo siente la segunda eyaculación que ensucia sus muslos y su sexo de esa viscosidad blanquecina. Cree que todo terminó. Su cuerpo se relaja, ya no escucha nada y se sumerge en un profundo sueño del que no quiere despertar. Pero incluso dormida siente cómo su cuerpo se mueve, girando sobre sí mismo hasta quedar boca abajo. Siente el frío del aire acondicionado sobre su culo desnudo. Y ahora, sin lograr despertarse del todo, con la mente más del lado del sueño que de la realidad, recibe los besos húmedos que recorren todo su cuerpo. Un par de labios comienzan a deslizarse por sus piernas, y otro par le besa la espalda. Mientras uno sube, el otro baja, y pronto los dos convergen en su trasero, el cual lamen, besan, y muerden. En fin, lo devoran, como si fuese el plato principal. Luego algo se le mete en el culo y, ahora sí, abre los ojos, y grita, porque es bastante grueso. Uno de ellos aprovecha su grito para meterle la verga en la boca, y nuevamente cogérsela por ese orificio. No tardan mucho en acabar en sus nalgas y en su boca. La dejan tirada en la cama, semidesnuda, y bañada en semen. Enseguida se quedará dormida, pero sólo cuando despierte comenzará su pesadilla. Fin. 
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