1. Mi primera vez fué en un cumpleaños


    Fecha: 26/08/2018, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mi pija únicamente serviría para orinar, puesto que no conseguiría una erección por las próximas horas, ni aunque me lo propusiera, habida cuenta el cansancio y la cantidad de eyaculaciones. Así, le demostraría a mi chica lo bien que había comprendido sus palabras. En eso entra Fernando con las bolsas y me dice que me vista con su contenido. Eran un par de medias que me llegaban hasta la mitad del muslo, una remera de manga corta y una máscara que cubría totalmente mi cabeza y por consiguiente, mi identidad. Todo de color negro y ajustado al cuerpo, de modo que cuando me lo puse eran parte de mí, sin molestarme en lo más mínimo. Ya vestido y dilatado, Fernando me miraba de una manera muy especial. Sin embargo, esta vez, no sólo no me molestó sino que hasta me agradó. Me preguntó qué había en el vaso que estaba arriba de la mesa y le respondí que era mi semen, que había guardado allí por no saber donde tirarlo. Le expliqué por qué me había masturbado así y, mirándome seriamente, me dijo que ya sabía cómo usaría mi semen. Inmediatamente se bajó sus pantalones, luciendo una terrible erección y ya con líquido seminal en la cabeza del pene. Sin cruzar palabra alguna, se paró frente a mí, que estaba de rodillas. Yo abrí mi boca y sin pensarlo ni un segundo intenté tragar esa barra gigante de carne. Sólo pude engullir la cabeza. Tan grande era. Mientras tanto, con mis manos, no paraba de meterme dedos en mi propio culo, disfrutando así por arriba y por debajo de este momento nunca ...
    ... imaginado. En ese instante se escuchó la llave en la puerta y tuve la seguridad que Cynthia acababa de llegar a casa, luego de una dura jornada de trabajo. Al abrir la puerta se encontró con nuestros amigos, que con el cuento de que la estaban esperando para festejar, nos daban tiempo a mí y a Fernando para terminar de prepararnos. En eso Fernando da unos pasos para atrás, saliendo de dentro de mi boca, fue hasta las bolsas donde me trajo la ropa, y sacó una vela gigantesca, con forma de pene, una mecha que asomaba por la base, y más de 35 cm. de largo y 8 cm. de grosor. Le pregunté si estaba loco, que semejante pija no iba a entrar en mi cola, a lo que él me respondió que ya no había tiempo para echarse atrás. Que debía hacerlo. Me pidió entonces que, ya vestido con medias, remera y máscara, me pusiera a cuatro patas sobre la mesa con ruedas y levantara el culo. Lo hice y entonces entendí para qué iba Fernando a usar mi semen. Con él me lubricó aún más el ano, llegando a meter cuatro dedos de cada mano al mismo tiempo. Le pedí si me podía dar un poco de agua, pues chuparle la pija antes y la tarea de dilatación me había dejado sediento. Sin decir palabra me acercó a la boca el vaso conteniendo el resto del semen –quedaba la mitad de lo eyaculado-, el que bebí con una mezcla de sed, curiosidad, y morbo, sabiendo que estaba probando mi semen. Entonces, me pidió que me abriera la cola con las manos e hiciera fuerza como si quisiera defecar. Lo hice, adivinando lo que se venía. A ...