1. Mi nuevo vecino


    Fecha: 06/10/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cama y se puso encima de mi, yo con las piernas abiertas y la verga de Javier encima de la mía rozándola, claro sin dejar de comerse mi boca y diciéndome: -Quiero cogerte Genaro, hacerte mío una o y otra vez. A lo que yo dije, si cógeme hazme todo tuyo, y Javier me dijo será un placer chiquillo, y me puso boca abajo en la cama y con su lengua partiendo de mi nuca recorrió centímetro a centímetro mi cuerpo, hasta que llego a mis pies y luego subió y con sus manos separó mis nalgas y su lengua acariciaba y penetraba mi ano, sus manos grandes me acariciaba todo, mi ano ante tal chupada se fue dilatando, y yo me retorcía de placer hasta que me hizo decirle: -Métemela Javier la quiero toda papito el se dio cuenta de lo dilatado de mi ano, y dijo: -Ya estás listo para metértela toda buey. Me puso boca arriba y mis piernas apoyadas en sus hombros y sentí como su verga protegido por un condón estaba entrando en mi, yo me quebraba de dolor a pesar de que mi amante lo hacía lentamente, claro me tenía que doler, ya que estaba perdiendo mi virginidad, poco a poco mi ano se amoldaba ante ese miembro enloquecedor, a tal grado que del dolor pase en un segundo a olas de ...
    ... placer que me hacían apretar y que mi ano se lo engullera todo yo no paraba de gemir, y ya enloquecido de placer le dije: -Dámela toda Javier, así Uhm! Hasta dentro toda mi amor. Y Javier dijo: -Genarito que rico aprietas, eres mío todo mío de nadie mas, yo soy el primero que te coge mi amor. Finalmente después de varias estocadas y de estar bajo su completo dominio y experiencia, dijo: -Estoy a punto de correrme. Me la saco se quito el condón y dijo chúpamela quiero correrme en tu boca, yo rápido la devore y me la ensartó de inmediato, ya que se estaba viniendo, finalmente descargo su enorme pistola en mi garganta, al final exhaustos yo encima de el acostados descasamos, y me dijo sabes nunca había tenido sexo con alguien a quien le llevara tantos años, ya que podrías ser mi hijo, eres menor, es algo prohibido ambos somos hombres, sabes te había visto varias veces en el centro comercial, pero me decía es un niño apenas, sin embargo me hiciste gozar tanto como uno de mi edad y me comió a besos, no me quería dejar ir, a lo que le dije: -Tranquilo Javier, nos veremos las veces que quieras. Y así fue hasta que lo transfirieron a otra ciudad del norte del país un año. 
«123»